Los primeros restos humanos hallados en el Alcázar (de una niña de alrededor de cinco años) en el transcurso de unos trabajos previos a la restauración y conservación de los azulejos de la capilla del Palacio Gótico podrían no ser los únicos. El equipo de arqueólogos del Real Alcázar barajan la hipótesis de que en la capilla haya una cripta. El conjunto arquitectónico tuvo una intensa vida funeraria y religiosa hasta el siglo XIX “con total seguridad”, por lo que “es lógico que aparezcan más restos”, asegura Miguel Ángel Tabales, director del equipo de profesionales. Se está valorando por ello hacer un sondeo con georradar de la capilla para poder determinar si hay oquedades o estructuras subterráneas que confirmen la teoría de la existencia de esa cripta.
Hace tan sólo unos días, los arqueólogos y conservadores del Alcázar se toparon con un sarcófago bajo la solería del altar mayor de la Virgen de la Antigua en uno de los sondeos que se están realizando para determinar la posibilidad de construir una cámara bufa, solución arquitectónica con la que combatir los problemas de humedad que afectan a los azulejos de colocados por Cristóbal de Augusta en 1577. El sarcófago es de plomo, lo que circunscribe su época a los siglos XIII y XVII. De hecho, enterrar en estructuras de este tipo era “habitual en la Baja Edad Media”, puntualiza Tabales.
En los próximos ocho meses de investigación con carbono 14 y análisis químicos, entre otras técnicas, los expertos tendrán que determinar la edad exacta de la niña, el motivo de su muerte, secuenciar su ADN, el tipo de alimentación que tenía y por dónde se movió. Los restos de tela y los botones de nácar encontrados, el calzado y el tipo de ataúd “nos indican que no estamos ante un individuo cualquiera”, señala el delegado de Cultura del Ayuntamiento de Sevilla, Antonio Muñoz.
El arqueólogo Miguel Ángel Tabales explica que el sarcófago estaba “alterado, con la tapa parcialmente levantada”. “A principios del siglo XX se construyó el pavimento bajo el que se encontró el sarcófago. Esto significa que se localizó entonces, se trató con respeto, lo taparon y le colocaron una bovedilla de cemento. Quedó respetado y fue tratado con delicadeza”, abunda Tabales. El hallazgo ha sido comunicado a la Consejería de Cultura, que ya dio su visto bueno a las catas arqueológicas en la capilla del Palacio Gótico, construido por Alfonso X en el siglo XIII.
La capilla está cerrada al público y se han adoptado las medidas “necesarias” para proteger las pinturas de este espacio del Alcázar. “La investigación revelará la historia de la niña pero también de Sevilla y del Alcázar”, apostilla el delegado Antonio Muñoz.