Una encuesta mundial hecha por Marsh en 2006 recogía que el porcentaje de empresas poco o nada preparadas para una pandemia era del 73%, aunque este porcentaje según García Gay ha bajado con toda probabilidad desde la aparición de la gripe A.
Entidades públicas y privadas de gran tamaño como Correos, Telefónica, o Santander tienen un plan fijo de contingencias, además de un protocolo específico para enfrentar la gripe A.
Un ejemplo es el caso de Iberdrola, que desde hace semanas tomó las medidas necesarias para que posibles bajas por esta enfermedad no afecten el suministro eléctrico.
En Correos, la entidad pública más grande de España, con 65.000 empleados, mucho antes de que llegara la gripe A se había establecido ya un plan de contingencia.
Según fuentes de Telefónica, esta empresa cuenta con una unidad de riesgos laborales “muy sólida y muy activa” que ahora mismo está adaptando el protocolo establecido a finales de julio por el Ministerio de Sanidad en la guía para la elaboración del Plan de Actuación de las empresas o centros de trabajo frente a emergencias.
En el Banco Santander cuentan con un protocolo y un plan de continuidad de negocio para minimizar los efectos de cualquier contingencia como una pandemia, un incendio o una amenaza de bomba, coordinados por su departamento de salud y prevención y por el área de riesgo tecnológico y operativo.
Como en muchas otras empresas, en Ferrovial han adoptado una campaña informativa y varias medidas sanitarias de prevención que varían según la división del negocio de que se trate.
En opinión de García Gay, las empresas están preparadas “para lo peor” y por eso han tomado medidas, pero el resultado final de la pandemia “seguramente será mucho más limitado”.
Además, explicó, es muy difícil saber cuántos trabajadores se darán de baja por esta enfermedad cuando las cifras que se han manejado hasta ahora han sido tremendamente dispares y han oscilado, según de que estudio se trate, entre el 30 y el 60% de las plantillas.
En este sentido, Pedro José Linares, Secretario Confederal de Salud Laboral de Comisiones Obreras, aseguró a Efe que “son muy poquitos días” los que corresponden a los enfermos por gripe A y “no van a suponer un coste económico excesivo” si se toma en cuenta que el coste de los primeros días “corre por cuenta del trabajador”.
Como ejemplo de que una pandemia de este tipo no tiene necesariamente un alto impacto financiero, Linares citó el caso argentino, donde el número de infectados por la gripe ha sido muy superior al de España y sin embargo aquel país “no se ha colapsado”.