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Los animales exóticos no dan cariño en casa y su abandono daña el entorno

Cada vez hay más personas que tienen en casa animales exóticos o salvajes, pero estos, además de ser peligrosos en algunos casos, no dan cariño como una mascota tradicional e implican unos cuidados especiales, lo que suele conllevar su abandono y el consiguiente perjuicio para el entorno.

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  • Cada vez más personas abandonan a los animales exóticos por resultar peligrosos. -
Cada vez hay más personas que tienen en casa animales exóticos o salvajes, pero estos, además de ser peligrosos en algunos casos, no dan cariño como una mascota tradicional e implican unos cuidados especiales, lo que suele conllevar su abandono y el consiguiente perjuicio para el entorno. 

La reciente noticia de la picadura de una serpiente de cascabel a un hombre que tenía en casa ocho boas demuestra el peligro que supone la tenencia de estos animales y el abandono de algunas especies. 

Las estadísticas del Servicio para la Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) indican que cada vez hay más personas que tienen en casa serpientes, iguanas, arañas, loros o tortugas, y es más frecuente su compraventa a través de Internet, en la mayoría de las ocasiones de manera ilegal. 

El Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (Cites), que es únicamente vinculante, regula a 33.000 especies –28.000 de ellas de flora y 5.000 de fauna– y establece tres categorías, desde las que no pueden ser compradas hasta las que pueden serlo de manera controlada. 

En la Unión Europea el Convenio Cites se plasmó en el Reglamento 338/97, que no implica sanciones, y en España están vigentes, además, la Ley de Contrabando, el Código Penal (artículo 16) y la denominada Ley de Animales Potencialmente Peligrosos. 

Infringir la legislación, ya sea por parte de personas que se dedican a la compraventa de animales exóticos o por particulares que aprovechan algún viaje para comprarlos, implica en España desde una multa de 18.000 euros hasta dos años de cárcel. 

El teniente Vivas, de la Sección de Operaciones del Seprona, ha explicado a la agencia de noticias Efe que la tenencia de animales exóticos “va por temporadas” y últimamente se llevan los reptiles. 

En 2008 se intervinieron 818 de estos animales, frente a 795 aves, 151 mamíferos y 47 arácnidos. 

El responsable del organismo del Seprona apunta que, tras un tiempo con el animal exótico, sus dueños “se dan cuenta de que no interacciona, no da cariño” y “se cansan de él, porque no lo compran con un espíritu de amor a los animales”.

"La mejor manera de mostrar el cariño por los animales es dejarlos en su medio natural, no intentar adaptar a nuestras circunstancias ejemplares que van sufrir gravemente, ya que tenemos otros ejemplares más apropiados y más acostumbrados al hombre", añade.

Si nos queremos desprender de un animal exótico hay que contactar con el Seprona, con instituciones regionales o locales o con centros especializados en tratar a estos animales.

El teniente asegura que "no hay que tener miedo, porque la Administración no va a tomar ningún tipo de medida" y, además, hay que considera que el abandono de estos ejemplares puede causar su muerte o "llevar consigo una afectación a las especies autóctonas, alterar el hábitat en el que se suelta y suponer un riesgo para otras personas". 

El Seprona persigue el tráfico ilegal de los animales exóticos en aeropuertos, puertos, fronteras y envíos postales, y encuentra desde aves embutidas dentro de tubos de pvc hasta tortugas camufladas en los bajos de los coches o bajo los asientos.

El último hallazgo han sido tres crías de caimán procedentes de México que los agentes descubrieron en un envío postal, con una cinta rodeando todo su cuerpo para evitar que se moviesen durante el trayecto y no fuesen descubiertas.

Por su parte, el director de Conservación de Faunia, el biólogo Agustín López, también recomienda no tener estos animales como mascotas porque supone "contribuir a que aumente el tráfico ilegal de estas especies".

Subraya que son animales que no deben vivir en un piso, fuera de su entorno natural, y si se les obliga a ello "no tienen ningún tipo de adaptación, y la gente no va a encontrar ningún tipo de cariño en ellos, ni de compatibilidad".

"Son animales muy problemáticos, porque tienen necesidades muy especiales", agrega, y cita los animales tropicales, que necesitan una determinada temperatura, humedad, dieta y cuidados.

Hay personas que llaman para saber cómo pueden desprenderse de un animal exótico, pero otras los abandonan directamente en las instalaciones de Faunia.

Así, ha aparecido una tortuga de Florida en una mochila en el interior del recinto, y varias iguanas en una caja en el aparcamiento del parque.

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