Un año después, las cosas se ven de otra manera. El drama se ha suavizado y muchos están encantados con el cambio que han tenido en su vida. Los 25 laborales de la Escuela se encuentran actualmente recolocados de manera provisional por distintas delegaciones de la Junta de Andalucía: Delegación Provincial de Agricultura, Delegación Provincial de Innovación, guarderías públicas, Centros de Día, Museo Provincial, etc. Todos conservan la categoría que tenían hace un año, aunque algunos han mejorado en su calidad de vida. Tanto es así, que han preferido no prodigarse en los medios de comunicación por temor a que pudiera cambiar su situación.
El personal administrativo y el profesorado continúan en la Escuela Náutica que ahora tiene su sede en el Instituto de Formación de Adultos, de la calle Batalla del Salado (Puntales). El director cambió hace unos meses. Pedro de Hoces fue sustituido por Carlos Esteban quien afirma que aunque el cambio no ha mermado la capacidad de la Escuela, “sí que es inevitable que la gente recuerde y eche de menos el otro edificio”.
El de la Avenida Duque de Nájera era más grande, tenía más aulas, era el colegio de toda la vida, “pero ya se nos había quedado grande, y no porque la gente haya perdido el interés por los conocimientos que aquí se imparten, sino porque el Ifapa ha ido disponiendo de más puntos de formación repartidos por todo el litoral, lo que ha supuesto que el número de alumnos vaya descendiendo paulatinamente desde hace muchos años atrás, no ha sido una cosa de este año”, apunta Esteban.
Aún no saben si la nueva Escuela se trasladará a San Fernando tal y como estaba previsto, qué pasará definitivamente con el personal laboral, o qué se hará con el antiguo edificio.
Hasta ahora sólo se sabe que el inmueble de la Caleta pasa las horas esperando dueño sólo y totalmente abandonado.