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Cádiz

Intentan el timo de la estampita con una anciana en Cádiz

Una mujer de 30 años aparentando no tener “muchas luces” decía haber encontrado 50 euros y de inmediato entran en acción sus dos compinches

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  • Lugar de los hechos -

Parece inverosímil, algo sacado de una película de mediados del siglo pasado, pero si es un fraude que sigue vigente será porque aún habrá incautos que caigan. Se trata del timo de la estampita, un clásico entre los clásicos. Afortunadamente, la protagonista, una mujer mayor, no fue víctima de un grupo de desalmados que ayer intentó sacarle dinero mediante esta estafa. Su hija, M. S. M., quiere dar a conocer lo que le ocurrió a su madre para altertar a cuanta más gente mejor de que en la ciudad hay un grupo de timadores utilizando este método.

“Fue a la altura del bar Stop”, señala, en la avenida Juan Carlos I. “Se le acercó una mujer de unos 30 años, haciéndose pasar por alguien con no muchas luces, preguntando por la calle San José”. 

Continúa narrando la indignada hija que “cómo es normal mi madre le contestó” respecto a la ubicación de la calle y “luego”, la presunta timadora “le dice que se había encontrado un billete de 50 euros”. La escena sigue su curso. “Acto seguido entra en escena otra mujer, con media melena rubia y buen aspecto. Se introduce en la conversación aparentando aconsejarle que guarde ese billete y que se quede con él”.

Desarrollo
Posteriormente, “la primera en escena, o sea la de alrededor de 30 años dice que aparte se ha encontrado algo más y saca de su bolso un buen fajo de billetes y que no sabe que hacer con él”. Para rematar la faena, “es aquí dónde un tercero entra en acción, el supuesto marido de la señora rubia, según él, abogado, y que aconsejaba a la primera chica qué debía hacer con tanto dinero”, añade. 

Una vez lanzado el anzuelo, el grupo intenta que la anciana acabe quedándose con el fajo de billetes, obviamente falso, a cambio de una compensación aparentemente menor que el premio gancho.  Al final, el falso abogado “preguntó a mi madre por su cuenta bancaria, por si tenía joyas... no tan directamente, claro. Menos mal que mi madre no ha sido presa apetitosa para ellos por su humildad”, afirma. La hija lamenta que intenten timar  “a personas nobles, mayores y sin maldad, como es mi madre”.

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