El tabernáculo (de Pedro de Arnal), lo sostienen seis angelitos de mármol blanco y ocho columnas de mármol verde, culminando por bronces y una bonita cruz de cristal de roca.
Nuestro Obispo, desde su Cátedra, realiza la enseñanza del Evangelio los domingos, para todos los fieles que asisten a la Eucaristía.
La palabra “Catedral”, proviene precisamente de la enseñanza que recibimos desde la Cátedra, que es el sillón que ocupa nuestro Obispo.
No dejéis de contemplar este bello espacio que es la confluencia de la cruz de Cristo que se extiende desde el altar del Santo Rostro hasta la puerta principal (parte vertical) y desde la sacristía, hasta el Sagrario (parte horizontal).