El ministro de Defensa de Bolivia, Edmundo Novillo, dijo este miércoles que el destituido jefe militar Juan José Zúñiga fue cesado la noche del martes, un día antes de efectuar su "golpe fallido" en una acción militar con tanques contra la sede del Gobierno de Luis Arce.
"En mi opinión todo se origina en las declaraciones del general Zúñiga en un medio televisivo que es entrevistado. El general hace una serie de declaraciones y el contenido de esta fue compartido con la ministra Maria Nela (Prada) y algunos ministros", indicó Novillo en una conferencia de prensa.
En la citada entrevista, Zúñiga habría amenazado con capturar al expresidente de Bolivia y líder del partido oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales (2006-2019), si este intentaba postularse como candidato presidencial a las elecciones de 2025.
Según Novillo, Zúñiga intentó hablar con el mandatario Arce antes de su destitución, pero el mandatario estaba ocupado cumpliendo su agenda.
"Por respeto al general (Zúñiga) consideramos que era prudente hablar con él, manifestarle que sus declaraciones no eran compartidas con la posición del Gobierno nacional", agregó el ministro de Defensa.
"Reconoció (Zúñiga) que cometió algunos excesos y nos manifestó que se ponía a disposición de lo que decida el capitán general y nos despedimos de la forma más amistosa, y abrazos fraternales. Dijo que siempre iba a estar al lado del presidente del Gobierno (Arce)", sentenció Novillo.
"Tenemos el control"
Tras el repliegue dirigido por Zúñiga con los tanques y militares armados, Novillo indicó: "en mi condición de ministro a estas alturas, después de haber tenido una reunión con el presidente, tenemos el control total y absoluto de nuestras fuerzas armadas, a través del mando militar. Ya todo está bajo control".
Asimismo, dijo que "no esperábamos una acción, solo a una persona desquiciada se le podía ocurrir una acción como esta", refiriéndose a Zúñiga.
Zúñiga junto a un grupo de soldados y tanques, la tarde del miércoles, derribó la puerta de la Casa Grande del Pueblo, sede del Ejecutivo de Bolivia en la ciudad de La Paz; durante la acción, el ahora destituido jefe militar dijo que "liberaría" a "todos los presos políticos", incluidos la expresidenta Jeanine Añez y el gobernador opositor Luis Fernando Camacho y que "restablecería" la democracia en el país.
Después de unas horas frente a la sede de Gobierno y que el presidente Luis Arce juramentara a nuevas autoridades de las tres fuerzas armadas del país, Zúñiga se replegó junto con sus seguidores.
Horas más tarde, Zúñiga fue capturado en la sede del Estado Mayor y mientras era conducido por policías acusó al presidente Arce de haberle ordenado la operación militar para "levantar su popularidad".