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Entrar al coche aparcado en la Plaza de la Marina, una carrera de obstáculos

Entrar por el maletero o llamar a la grúa para acceder al coche. Son algunos casos que padecen los conductores que aparcan en la Plaza de la Marina por las pequeñas dimensiones de sus plazas.

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  • Poco espacio entre coches -

El escaso espacio entre plazas en muchos aparcamientos municipales hace imposible estacionar sin riesgos el vehículo o acceder a él sin complicaciones. El Grupo Socialista en el Ayuntamiento va a pedir que se amplie el espacio de estacionamiento aunque ello suponga eliminar plazas.

En concreto, para el parking de la Plaza de la Marina, este grupo pedirá su repintado con el fin de habilitar más espacio entre coches.  “Es un aparcamiento con 440 plazas que están hechas a cajón”,  advirtió ayer la portavoz socialista María Gámez, que recordó casos en los que ha sido necesario entrar por el maletero o llamar a una grúa para poder acceder a los coches, ante la imposibilidad de abrir las puertas.

Según Gámez, Smassa ha declarado tener más de 1,5 millones de euros de beneficios en el último año, lo que significa que “a esta sociedad no le compromete un repintado en el que se pierdan algunas plazas”.

La concejala de movilidad, Elvira Maeso, admitió a Viva Málaga que las plazas de la Marina son más pequeñas que las de otros estacionamientos por haber sido diseñaladas bajo el criterio del anterior Plan General. Maeso admitió que estudiarán la petición y que están dispuestos a mejorar el espacio “siempre que se pueda”.

Para los socialistas, se trata de cumplir con los criterios razonables de uso, máxime cuando el tamaño de los coches va adquiriendo mayor volumen”, aseguró Gámez.


La moción que presentarán los socialistas a la próxima comisión de Movilidad denuncia también las deficiencias relativas a la seguridad y salud y salubridad de trabajadores y usuarios, que afectarían a los 12 aparcamientos de la ciudad gestionados por la Sociedad Municipal de Aparcamientos y Servicios (Smassa).

Estas deficiencias, según Gámez, están en los sistemas de megafonía para alertar de un desalojo, en la carencia o escasa accesibilidad a los extintores, en la ausencia de iluminación en determinadas zonas o en los fallos en los detectores de dióxido de carbono, así como en la ausencia de cuartos de baño. Todas estas deficiencias las recoge el comité de empresa.

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