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Un paso en femenino

La mujer se incorpora al deporte con años de diferencia respecto al hombre, pero poco a poco reivindica su lugar, lo que exige un proceso de cambio

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  • CDU Málaga -

El aumento de la práctica deportiva también llega al ámbito femenino, pero en la mayoría de los casos no se trata de que la mujer realice deporte, sino del cómo y el contexto para hacerlo.

La ex árbitro de baloncesto Lucía Carrera, ahora experta en igualdad de género, afirma que “no se trata de que ellas practiquen deporte, que cada vez lo hacen más, sino de que a la hora de abandonarlo, lo hacen las mujeres antes que los hombres por la familia”.

Parecida situación destaca la jugadora de baloncesto y abogada en derecho deportivo Ana Mingorance: “Hacen falta más estudios que informen del abandono de un mayor número de mujeres que de hombres en deporte de competición”, dice.

Además, “los reglamentos federativos todavía no afrontan temas femenino como el embarazo o el acoso”, puntualiza Mingorance, quien añade que “debemos dar un paso adelante y afrontar puestos directivos para cambiar esto”.

Cultura deportiva
“No solo se trata de ellas, sino también de las familias cuando nos centramos en el área del deporte base o en los centros educativos”, insiste Lucía Carrera, quien subraya que “muchas veces los progenitores quitan a las niñas de la actividad física, y dejan a los niños, sin otro motivo que la diferencia de género”.

La “coeducación y la formación tanto en el profesorado de Educación Física como en técnicos es fundamental para frenar las actitudes machistas y empezar a tratar el tema desde los cimientos”, informa la especialista en igualdad de género que concreta que “aún hay quien separa a niños y niñas por actividad en clase”.

“Ser mujer es un hándicup en el mundo del deporte”, apostilla Paqui Bazalo, campeona paralímpica en Barcelona 92 y actual concejala de Accesibilidad del Ayuntamiento de Málaga. Pero ella reconoce que siempre obtuvo ayuda de sus compañeros. Diferente fue el caso de Carmen Herrera, la triple campeona paralímpica de judo, describe que “me prohibieron practicar deporte porque mi familia pensaba que no era adecuado para niñas y mujeres jóvenes”.

“Cuando los éxitos llegaron, la percepción del valor de lo que yo realizaba cambió, y se ha normalizado entre las mujeres, aunque queda mucho por hacer”, según la judoca.

En cambio, Alhambra Nievas, árbitro de rugby internacional, incide en que “en mi caso no he tenido inconveniente por ser mujer en mi deporte”. De hecho, “estoy en un mismo panel nacional con hombres, en el que nos exigen los mismos requisitos físicos y técnicos”, describe.

“Me siento valorada como árbitro, sin diferenciar hombres y mujeres. Es cierto que en general, al ser un deporte minoritario y, si además son equipos femeninos, hay aún un largo camino que recorrer para poder tener igualdad de oportunidades y recursos”, comenta Alhambra Nievas.

En este sentido, la concejala de Deportes del Ayuntamiento de Málaga confirma que “es mucho más complicado conseguir recursos económicos por parte de equipos femeninos ya que no son tan atractivos como los equipos masculinos para marcas y patrocinadores”.

Mayor visibilidad, el gran objetivo

Las desigualdades por género empiezan a corregirse en las diferentes áreas, pero en el deporte, todavía queda un largo camino por recorrer.

Así, “en el pasado las ayudas de algunas instituciones eran claramente discriminatorias para el deporte femenino”, informa Carmen Morales, presidenta del Clínicas Rincón Málaga, quien hace hincapié en que “el espacio dedicado por los medios de comunicación al tratamiento informativo era también menor”; tal y como expuso, en 2015, El Informe sobre pluralismo deportivo en las televisiones andaluzas, que destacó que el deporte femenino ocupa el 2,2 por ciento en los informativos autonómicos”.

Entre los retos que se deben afrontar en el área del deporte femenino, la mayoría de las consultadas apuestan por la educación en valores, la formación y la visibilidad. “Se necesita más visibilidad y seguir luchando sin rendirnos porque es cuestión de tiempo”, dice Paqui Bazalo.

Por su parte, Elisa Pérez de Siles enumera que “hay que favorecer la utilización de un lenguaje no sexista en las comunicaciones”.

De hecho, las mujeres son enmarcadas en la vigente Ley del Deporte andaluza en grupos de atención especial. Por lo que, para dar visibilidad y apoyo al deporte practicado por mujeres empezó a formarse un movimiento en Málaga que este año se concretará con la presentación de una nueva asociación para el fomento de la igualdad en la actividad física y el deporte.

 

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