Persiste en muchos edificios. Abandonados como los antiguos cines Astoria y Victoria que flanquean la céntrica plaza de la Merced en Málaga. Pero también en depósitos de agua en los tejados que oteamos o en el interior de conducciones de agua. El amianto continúa siendo una amenaza latente, invisible, para nuestra salud.
En España su uso se prohibió en 2002 pero se calcula que más de 40 mil personas han muerto a causa de este material de construcción que se hizo décadas atrás muy popular. Plataformas como Málaga Amianto Cero batallan para que las autoridades actúen y luchan por concienciar a la población sobre sus riesgos. Desde la OMS calculan que 150 mil personas mueren por culpa de la exposición al amianto en el mundo, nos recuerda Paco Puche, miembro del colectivo malagueño.
Junto a esta plataforma, Puche forma parte de Avida Málaga, que aglutina a los afectados. No solo trabajadores de Renfe, también de otras profesiones como fontaneros o albañiles que han estado expuestos al material sin conocer sus consecuencias. Incluso familiares que reclaman responsabilidades en una lucha que los damnificados están a punto de llevar a los tribunales en nuestra provincia. El colectivo malagueño ha marcado como prioritario actuar en los colegios en este 2015, la primera batalla, en Antequera.
Pueden ver la entrevista completa en nuestro espacio de denuncia ¿A quién le importa?, también en nuestra página web www.ondaluzmalaga.tv