Los socialistas saben que se juegan mucho en las próximas municipales. El mitin de este miércoles no fue más que la primera toma de contacto para una campaña que se espera dura en la capital malagueña. Aunque las armas de la formación continúan siendo las que llevamos tiempo escuchando: la lejanía del proyecto del popular Francisco de la Torre, al que María Gámez calificó de "alcalde-museo", frente a los problemas reales de los malagueños.
En la misma línea, mucho más duro, eso sí, el secretario de los socialistas en Málaga, Miguel Ángel Heredia, que recriminó al regidor popular haber sido "incapaz de sacar adelante proyectos que alivien el paro en la ciudad".
La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, que también tuvo palabras para el líder de la Casona, destacó la apuesta del Gobierno andaluz por la ciudad, pese a las trabas impuestas, poniendo como ejemplo el tesón para sacar adelante el metro de Málaga.
Y también hubo mención, aunque soterrada a Podemos. Desde urgir a las urnas para evitar pactos hasta las controvertidas palabras que luego tuvo que matizar el líder en Málaga, José Antonio Vargas, en un medio local en las que aseguró preferir dejar el sillón al PP antes de pactar con el PSOE. La candidata socialista recalcó la trayectoria de la formación frente a nuevos proyectos que "no pueden darnos lecciones de nada al PSOE", culminó.