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Instalan indicadores luminosos para medir el nivel de ruido en terrazas del centro histórico y de Teatinos

Cuando se sobrepase el umbral permitido, esta especie de semáforo se pondrá en rojo y mostrará la palabra \'Silencio\'

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Cinco establecimientos hosteleros repartidos entre el centro histórico y Teatinos han puesto en marcha un sistema pionero para concienciar a la ciudadanía de la importancia de controlar el volumen del ruido, sobre todo en las terrazas y su entorno. Para ello, cuentan con una especie de semáforo, que se pondrá en rojo para alertar de que se ha sobrepasado el umbral permitido.

   Se trata de una iniciativa pionera, "no solo en España, sino en el mundo", han señalado el concejal de Medio Ambiente, Raúl Jiménez, y Francisco Valencia, consejero delegado de Inoise Technologies, la empresa responsable de estos dispositivos. Ambos han comparecido este lunes junto al presidente de Empresarios de Hostelería Asociados de la Provincia de Málaga (EHMA Costa del Sol), José Luis Ramos.

   Esta iniciativa, impulsada por el Ayuntamiento, EHMA Costa del Sol, la Asociación de Empresarios de Restaurantes a la Carta (Aserca) e Inoise Technologies, se desarrollará a priori durante un mes en tres bares con terrazas del centro histórico y en dos de Teatinos, los puntos que concentran la mayor parte de las quejas por contaminación acústica.

   Con estos indicadores luminosos, colocados en un lugar visible de las terrazas, los clientes podrán seguir la evolución del nivel de ruido que generan, viendo a través de su color rojo y con la palabra 'Silencio' y unos pitidos que se ha sobrepasado el umbral permitido --80 decibelios--, de modo que puedan bajar el volumen de voz.

   Durante la primera semana de funcionamiento no se activarán los dispositivos luminosos y acústicos --gratis para las arcas municipales, aunque su coste es de 500 euros más IVA--, sino que acumularán datos. Mientras que en las tres siguientes, ya sí estarán operativas esas señales.

   Los datos quedarán almacenados en los equipos con finalidad exclusivamente de investigación, sin fines punitivos ni sancionadores, ya que el objetivo es el estudio y la búsqueda de la efectividad o no de la actuación, así como el grado de colaboración y concienciación ciudadana. Una vez que se disponga de resultados, si son positivos, se plantearán instalar estos indicadores en otros establecimientos.

   A diferencia de otros indicadores del nivel de ruido, que "no pueden adaptarse a las necesidades de cada establecimiento", este dispositivo ofrece hasta 600 posibilidades de ajuste, según el representante de Inoise Technologies.

   Según ha explicado a los periodistas Valencia, "el oído se va adaptando a un nivel de ruido y si nadie nos indica que estamos superando los niveles adecuados, cada vez lo que hacemos es hablar más fuerte".

   El concejal de Medio Ambiente ha recordado que el Ayuntamiento ha llevado a cabo diversas campañas de concienciación para controlar la contaminación acústica, intentando, por ejemplo, que los propios hosteleros ayuden a concienciar a sus clientes de la conveniencia de aminorar el tono de voz en las terrazas.

   Además, también se han estudiado alternativas arquitectónicas y físicas para combatir los altos niveles de ruido; sin embargo, son elementos que pueden alterar la estética de la ciudad y ser, por tanto, negativos, según Jiménez.

   Por ello, en el caso de las terrazas, ha apelado a la conciencia ciudadana, en tanto que "los establecimientos cumplen la normativa en materia de ruido y a los ciudadanos no podemos multarles por hablar o por el hecho de que haya una aglomeración de personas".

   El objetivo, en definitiva, es lograr que bajen los niveles de ruido y que sea posible "compaginar el derecho al ocio de los ciudadanos con el derecho al descanso de los vecinos".

   Jiménez ha querido precisar que la contaminación acústica que pueda darse en el centro no se debe únicamente a la existencia de establecimientos de hostelería con sus respectivas terrazas, sino que en ella influye especialmente la acumulación de personas que registra el casco antiguo.

   Por su parte, el presidente de EHMA Costa del Sol ha afirmado que estos dispositivos demostrarán que "el ruido no solo se produce de noche, sino también de día", y que durante el periodo nocturno se debe "no solo a la gente que está en las terrazas, sino al tránsito de gente de un sitio a otro". De hecho, ha considerado que no habría que colocarlos únicamente en las calles donde haya bares, sino también en otras vías sin comercios.

   Por ello, ha mostrado la disposición de los hosteleros para tratar de mentalizar a los ciudadanos de que "el tono de voz que tenemos que usar en un momento dado puede molestar a los vecinos". "No nos damos cuenta de que hay gente que tiene derecho a descansar", ha comentado, mostrándose seguro de que "al final llegaremos a un acuerdo para conseguir un equilibrio casi perfecto".

DENSIDAD DE ESTABLECIMIENTOS

   Respecto a la proliferación de negocios de hostelería en el centro histórico y la ocupación de la vía pública por las terrazas, sobre todo ante la existencia de un informe municipal que alertaba de la alta densidad de estos establecimientos, planteando, incluso, la posibilidad de establecer una moratoria, Ramos ha indicado que es una cuestión que tendrá que ser analizada con el Ayuntamiento, aunque ha precisado que "no se puede impedir a un negocio que se instale".

   A su juicio, y en referencia a ese informe del Observatorio de Medio Ambiente Urbano (OMAU), "habría que afinar más porque la saturación puede ser por calles"; es decir, que habría que hacer un estudio separando las vías que tengan más densidad de establecimientos de las que no la tengan, como en el caso del ruido.

   Por su parte, el concejal del PP ha dicho que "el centro es uno de los principales pulmones económicos, culturales y turísticos de la ciudad y es difícil poner coto a quien está creando empleo y aportando resultados económicos".

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