La crisis habitacional que cada día desde los más diversos puntos de vista se reconoce que sufre Málaga centró ayer buena parte del pleno municipal. Una sesión en la que
se rechazó la moratoria a la concesión de licencias para viviendas turísticas como reclamaba la oposición.
Así, el equipo de gobierno de
PP y Cs dijo no al establecimiento de la demandada una moratoria en zonas saturadas y tensionadas en tanto que la Junta regula este sector, así como la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para ordenar estas viviendas.
Ante esto, la coordinadora local de IU, la concejala Remedios
Ramos, acusó al equipo de gobierno de estar “mirando para otro lado” pese al éxodo de vecinos del centro histórico y ha defendido la necesidad de
“poner coto” al “problema” del alquiler turístico.
También se rechazó la moción urgente del
PSOE para establecer un
número limitado de pisos turísticos en los barrios y la moratoria para la concesión de licencias a estos alojamientos, que
culpa del “incremento del 30% del precio del alquiler en un año” y de que los jóvenes se vayan de la ciudad, según su portavoz, Daniel Pérez.
Remedios Ramos (UP) y Noelia Losada (CS) coincidieron en pedir
más control y acción policial como una estrategia necesaria para
proteger a los vecinos del Centro en una sesión donde se pusieron sobre la mesa también las dificultades de acceso a la vivienda en la voz de diversos ciudadanos de la capital malagueña. Una de ella fue Mónica Reino, representante de la Asociación de vecinos Centro Histórico, que pidió mano dura y lamentó que el centro se haya convertido en un lugar con ruido de discotecas y otros locales
no solo los fines de semana, sino ya todos los días.
En esta línea, el presidente del citado colectivo vecinal, Carlso
Carrera, declaró a Viva Málaga que "
cuando se trata de resolver los problemas que afectan a los vecinos, todo son pegas, trabas, obstáculos insalvables, los asuntos son de una endemoniada complejidad, las soluciones son imposibles, nunca se peude hacer nada efica", sin embargo, indicó "pero...,
cuando se trata de asuntos que conciernen a determinados sectores (en especial cierta hostelería, turismo, megaproyectos inmobiliarios...), de repente, como por arte de magia, todo es posible, el camino se allana milagrosamente libre de impedimentos y una alfombra roja se extiende hasta el infinito, todo tiene "encaje", hay imaginación administrativa y jurídica a raudales, y se puede llegar incluso hasta el extremo de no aplicar la Ley o violentarla a coces, directamente, pese a quien pese y perjudique a quien perjudique"; a juicio de Carrera "es la clásica Ley del Embudo: lo ancho para unos pocos y lo estrecho para todos los demás".
Si se aprobó por unanimidad el punto de la iniciativa de UP que insta a seguir impulsando los acuerdos de pleno por los que el Ayuntamiento se compromete a exigir a la Junta que regule el sector de la vivienda turística para “evitar los efectos perniciosos en zonas saturadas y la tensión del mercado inmobiliario de los alquileres que provocan la expulsión de residentes en esas zonas”.
Además, de la misma moción fueron aprobados otros tres puntos más como el de seguir elaborando un mapa de la ciudad con viviendas y apartamentos turísticos.