Manolo Gaspar acompañó al nuevo lateral izquierdo del Málaga, Lumor Agbenyenu, en su presentación. Y se sometió a las preguntas de los medio de comunicación, haciendo frente a las cuestiones que más debía aclarar en este período de crispación y malos resultados.
"Gran parte de la responsabilidad de que estemos así es mía. Lo único que me queda es asumir las críticas y todos los cánticos. Prefiero que el grupo este bien y protegido y que lo que caiga, que me caiga a mí", dejó como uno de los titulares el director deportivo malaguista, que tuvo que volver a ponerle pecho a las balas, como él suele decir. "Esto va con el cargo. Asumí el cargo hace tres años sabiendo que estos momentos podían pasar".
Lo pide un sector de la afición, y zanjó el tema rápido. "Yo no quiero ser ningún problema ni para el Málaga ni para José María. Entiendo el revuelo y gran parte de la responsabilidad de que estemos así es mía y lo asumo como tal. No va con mi personalidad abandonar al equipo. Lo único que me queda es asumir mi responsabilidad". No es una opción para él echarse a un lado en estos momentos.
Se puede leer entre líneas esa culpabilidad en su elección de los fichajes, asignados para un proyecto de Pablo Guede que murió demasiado pronto. "Confío en la plantilla en la que se hizo, aunque lógicamente tenemos que hacer algunos retoques. El entrenador que está ahora tiene una visión diferente del fútbol. Ahora tenemos que hablar poco y demostrar mucho". La llegada de Pepe Mel y su gusto por los extremos contrastaba demasiado con un Málaga lleno de piezas por dentro y cojo por fuera.
Tras comparecencias donde llegó a declarar que "extremos hay, otra cosa es que no sean del gusto", ha admitido que la plantilla está corta de recursos por banda. "Ya lo ha apuntado Pepe Mel en muchos sitios. Buscamos jugadores que nos de esa amplitud por fuera, es verdad que tenemos mucha gente por dentro. Tenemos dos extremos, y buscamos recambios para esa posición. Pero no es la solución, yo veo equipos que ganan con y sin extremos".
Eso sí, el club no se plantea fichar a nadie antes del mercado invernal, salvo catástrofe que lo obligue. "La intención es que no venga nadie más hasta que abra el mercado. Pero de aquí al mercado queda tiempo, faltan muchos partidos y ya veremos qué pasa", apuntó. No habrá decisiones de calado en la dirección del club, y la situación solo la sacarán adelante los jugadores. Todo empieza con ganar el domingo ante el Eibar.