Las reservas de última hora están salvando el verano malagueño. La capital roza el 83 por ciento de ocupación durante el mes de julio, aún un
tres por ciento por debajo de las cifras de 2019, ante de la llegada de la pandemia. Sin embargo, son cifras “positivas”, asegura Francisco Moro, vicepresidente de Asociación de Empresarios Hoteleros (Aehcos) para Málaga capital y Rincón de la Victoria, quien confía en “superar estos datos” y que haya un “
repunten y mejoren”.
El concejal de Turismo de Málaga, Jacobo Florido, mantiene ese optimismo y destaca que el
gasto medio turístico se prevé que suba entre un 10 y un 15 por ciento durante el verano, lo que coincide con una alta ocupación de segmentos turísticos como el gastronómico o el cultural, que están “
rozando el 95 por ciento”. Las buenas noticias no se quedan aquí,
también crece la estancia media, pasando a los 2,13, antes estaba en 1,95, gracias al turismo de congresos, reuniones, ferias y eventos (MICE).
De cara a
agosto y septiembre, en la capital se espera una ocupación media del
80 y 78 por ciento, respectivamente. En el conjunto de la
provincia, julio cerrará con un 85 por ciento de ocupación, 81 por ciento en agosto, una cifra ocho puntos por debajo de la de 2019, y del 77 por ciento en septiembre.
Son datos muy esperanzadores que consolidan la recuperación del sector, teniendo en cuenta "la que está cayendo". Pero no todo son buenas noticias, la
rentabilidad del sector no es la misma que en 2019. Los hoteleros también están sufriendo la
subida de los costes. “Simplemente el gasto en luz ha subido un 30%”, dice el responsable de Aehcos, poniendo como ejemplo que un “hotel de 100 habitaciones tiene
ahora un gasto en luz de 100.000 euros más al año”. Así justifica el incremento en el precio de las habitaciones: “Ese porcentaje de subida se lo come la inflación, para nosotros es prácticamente igual”.
La inflación “está afectado a todo el mundo”, también a los viajeros, “si tienes menos para gastar, viajaras menos”. “Todo el mundo quiere viajar, pero
en lugar de estar siete días se quedan cuatro”, explica Moro. Es más, bajo su criterio, de no ser por la subida de los precios, “se superaría la estancia media” actual.
También se está ralentizando el turismo internacional, sobre todo el británico, en gran parte por la incertidumbre que generan los
paros de los tripulantes de cabina. Actualmente, los turistas españoles están “salvando” el verano, ya que los turistas extranjeros se están viendo muy afectados por las huelgas en las aerolíneas Ryanair y easyJet.