El Málaga sigue negado fuera de casa. Sexto partido sin trarse los tres puntos de vuelta: la maldición empieza a hacerse eterna. El VAR anuló un gol a Genaro más que riguroso por fuera de juego de Peybernes en el minuto 87. Se consiguió arrinconar por momentos al Huesca, que fue mejor en la primera parte, pero otra vez el Málaga no tuvo esa suerte que todo equipo necesita en Segunda. Y si perdonas, complicado.
El partido casi comienza con sobresalto. Un mal despeje de Dani casi acaba en el gol más sonrrojante que recibe el Málaga en años. El verdugo iba a ser el exmalaguista Joaquín Muñoz, que se la picó por alto hasta que el palo impidió el primero. El balón fue del Huesca desde el inicio. El plan era seguir esperándolos en campo propio para salir en modo cabalgada con Kevin y Paulino en las bandas y Brandon y Sekou, primera vez titular, en la punta de ataque. Hubo tiempo para todo: pinceladas de partido roto, idas y venidas, de ritmo entretenido. Brandon casi le roba la cartera al portero local, en una presión que provocó un error que luego el tatuado delantero no supo aprovechar. Así fue el primer susto que metió el Málaga (min. 18).
Diez minutos después, el Huesca merodeó el gol con la más clara de la primera parte. Un mano a mano de Escriche que rozó en el palo y no entró de milagro. Los oscenses perdonaban ante un Málaga perdido y sin control en medio campo, muy imprecisos y superados en todo momento. Sekou Gassama no olía un balón y eso lo decía absolutamente todo. El destino quiso que Joaquín , el mejor del Huesca hasta entonces, se tuviera que retirar lesionado.
Nada más arrancar el segundo acto, el Málaga por fin pudo coquetear con el gol. Cinco minutos tardó en tener dos ocasiones más que claras, con un remate de cabeza de Lombán que dio en el palo y un disparo de Sekou que salvó Andrés Fernández.El Huesco respondió rápido con otro balazo al palo: el gol estaba más cerca que nunca. El Málaga se creció y, a través del balón parado, Escassi la puso a la escuadra obligando al portero a la estirada, en su particular clínic de paradas clave. José Alberto esperó hasta el 82’ para los cambios, entraron Jozabed y Roberto y vino la polémica con el no gol de Genaro.
Su remate al segundo palo fue invalidado tras varios minutos de revisión de VAR porque Peybernes estaba en fuera de juego por intervenir en la jugada, aunque fuera el defensor oscense el que la tocara asistiendo a Genaro. Con el no, se terminaron las esperanzas de victoria. Habrá que seguir confiando en La Rosaleda como el hogar de la felicidad y las celebraciones, el único sitio donde al Málaga le salen cara y no cruz. Esto es Segunda, accionespuntuales que marcan partidos, golpes de infortunio y goles anulados por el VAR. Habrá que seguir remando