Ignacio Goma, futbolista del Xerez DFC se encuentra “ilusionado” por el inicio de la competición liguera el próximo domingo a las 19.00 horas en el Estadio Municipal de Chapín frente al Córdoba. El conjunto xerecista arrancará la competición en Segunda RFEF frente al 'gallito' de la categoría en una tarde en la que se espera un gran ambiente en el feudo azulino.
Para el canterano va a ser un partido especial ya que “hace 8 años no me imaginaba estar en la situación de ahora. Gracias a Dios estoy aquí y pienso en disfrutar lo máximo posible. Voy a jugar contra jugadores y equipos que he visto en Chapín cuando era más pequeño, como Miguel de las Cuevas, y se da la casualidad de que en el primer partido me enfrento a él y al Córdoba CF. Además, mi último desplazamiento con el Xerez fue a El Arcángel y tengo una ilusión increíble. Cabeza fría y corazón caliente, como se dice”.
De aficionado a futbolista de un equipo que se encuentra con muchas ganas de esta primera jornada “porque al final toda la preparación que llevamos y la ilusión que se ha generado tras el ascenso y que el club esté más profesionalizado y en una liga más profesional con como equipos como Córdoba, Mérida o Cacereño hace que haya muchas ganas e ilusión. Y más si el primer rival es el Córdoba”.
El centrocampista jerezano cree que la plantilla “ha pegado un salto en competencia brutal porque al final, como decimos entre nosotros, juegue el que juegue lo hace bien y para nosotros hay una parte buena y una mala. La mala es que hay gente que se queda fuera y la buena es que cada uno crecemos porque hay más competencia y va a ser más difícil para el míster elegir entre uno y otro. En mi opinión, y como hemos demostrado pretemporada, juegue el que juegue lo hace bien y dejamos que solo sea decisión del míster”.
Respecto a los nuevos compañeros del plantel comenta que “desde el primer día que cada uno empezaba a entrenar y a jugar parecía que llevaban con nosotros desde el año pasado. Algo tiene que ver que una gran parte del grupo seamos del año pasado y tengamos la idea del míster bien asumida y eso a ellos les ayuda. Queda mucha temporada y lo importante es ir paso a paso. El equipo llega bien al primer partido y habrá que ir corrigiendo errores y seguir creciendo”.
Además, entiende que la clave del éxito pasa por “ser una familia. En los momentos malos si realmente el vestuario es una familia se demuestra. Se resurge de las cenizas como el año pasado y los nuevos llegan con esa idea y así es más fácil trabajar. Ese granito de arena de cada uno nos hace crecer día a día. Esperemos que no haya bajones y si los hay los tiraremos adelante”.
Por delante, una temporada ilusionante y “complicada ya que, al final, al ascender de categoría, aunque siga siendo el cuarto escalón, hay un salto de calidad y competitividad. No sabemos lo que nos vamos a encontrar porque estamos entre Segunda B y Tercera pero hay un salto en todos los equipos y va a ser enorme”.