El partido del 2 de febrero ante el C.D. Pozoblanco va a ser tomado como punto de inflexión, para lo bueno o para lo malo, en el seno del Xerez DFC. A pesar de que hay una piña en torno a Uribe parece claro que, aunque no se diga, un traspiés en forma de empate o derrota ante los del Valle de los Pedroches acabaría la etapa de Uribe en el Xerez DFC. Y es que en el fútbol los resultados son los que mandan.
No obstante se confía en el resurgir del equipo, tanto a nivel de resultados como de sensaciones, y ese encuentro ante los pozobalbenses está señalado en rojo en el calendario azulino.
En este sentido, en declaraciones a la web oficial del club,    el vicepresidente segundo de la Junta Directiva, Sebastián Alonso de Medina explica que “estamos viviendo un periodo de inestabilidad. Es una situación compleja, pero entre todos debemos proteger y salvaguardar nuestro proyecto. El lunes los capitanes nos visitaron y nos convencieron de que están preparados y tiene capacidad para sacar esto adelante. Son dos semanas las que quedan para el partido de Pozoblanco y es el momento de tener tranquilidad y confiar en que ese partido sea el despegue definitivo de este proyecto”.
Por su parte, Antonio Bello, en representación de la primera plantilla, reconocía que los dos últimos meses han sido complicados, tanto por los resultados como por las múltiples lesiones que han afectado a diversos miembros del equipo. “Sin que sirva de excusa, porque sabemos que no hemos estado a la altura del club y de las expectativas, es la hora de dar un paso al frente, afrontar y asumir las críticas y a partir de ahora centrar nuestros esfuerzos en el partido de Pozoblanco”.