Enésimo derrumbe en el centro histórico de Jerez. Uno de los muros laterales de una casa antigua de cinco metros de altura se vino ayer abajo en una finca de la calle Granada, situada a pocos metros del Arco del Arroyo. En este caso, según relatan vecinos del entorno, no se trataba de un inmueble abandonado ni mucho menos, sino que las dependencias afectadas eran utilizadas como almacén de la empresa Fragou Construcciones. Afortunadamente, en el momento en el que se produjo el desplome, sobre las cuatro de la tarde aproximadamente, los trabajadores no se encontraban en su interior ni tampoco había viandantes pasando cerca.
Eso sí, como aseguran residentes de la zona, “no les cogió de milagro”, lo que hubiera supuesto una verdadera tragedia y ayer bastaba con ver los escombros y la concentración de piedras acumuladas en los accesos para hacerse una ligera idea de la dimensión de este suceso si los empleados hubieran estado dentro. Estos últimos observaban atónicos la escena que ahora pueden contar pero los vecinos de la zona están que trinan. Desde la Asociación de Vecinos del Centro Histórico aseguran que ya en febrero hubo un pequeño derrumbe en el mismo muro que ayer se precipitó al completo, lo que obligó a la empresa mencionada a acotar el perímetro con una valla, pero esta infraestructura no ha podido soportar las intensas lluvias de estos últimos días.
Sea como fuere, aunque el temporal haya contribuido, desde el colectivo vecinal aseguran que esta empresa en cuestión había sido denunciada ante la Delegación municipal de Urbanismo por ejercer una actividad económica de este tipo en pleno casco antiguo y en un entorno de viviendas.
Según denuncian los vecinos, “desde las siete de la mañana hay camiones de más de 3.500 kilos, que se han cargado el adoquinado de la zona. Estamos hablando de una maquinaria muy pesada”, se quejan. Y es que además de almacén, este enclave era utilizado como garaje de vehículos. A estas circunstancias, añaden los residentes, hay que sumar el ruido ensordecedor que genera estas construcción acondicionada como nave de trabajo y almacén junto al Arco del Arroyo.
Lo que más indigna a los vecinos de este punto es que “no nos han hecho caso”, afirman en alusión a los propietarios de la finca y del propio del Ayuntamiento por no requerirles por realizar este tipo de actividad. Hasta el lugar de los hechos se desplazaron ayer efectivos de la Policía Local y del Cuerpo de Bomberos.