La Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural ha reconocido el esquema de certificación de calidad de la leche ‘leche Clase GÂ’ de la Asociación Frisona Andaluza, según publica hoy el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA). Este reconocimiento da respuesta a una petición de esta entidad, con sede en Jerez de la Frontera (Cádiz), que agrupa a ganaderos de vacuno de leche de Andalucía.
El esquema de certificación de calidad contiene una serie de requisitos generales que son de obligado cumplimiento según la normativa vigente, entre otros, contar con la cantidad de referencia asignada y cumplir con las obligaciones impuestas por el régimen de la tasa láctea; analizar las muestras de leche en un laboratorio de análisis de acuerdo con la normativa básica de control, que deben cumplir los operadores del sector lácteo, así como la identificación y registro de los agentes, establecimientos y contenedores que intervienen en el sector lácteo y el registro de los movimientos de leche.
Igualmente, son de obligado cumplimiento otros requisitos legales y reglamentarios que deben cumplir las explotaciones en materia de trazabilidad. Entre ellos destacan el registro y comunicación de datos a la base de datos Letra Q y no haber cometido infracción de carácter leve, grave o muy grave en materia de sanidad animal, cuyo procedimiento haya finalizado con sanción firme en vía administrativa en los 12 meses previos a la solicitud de reconocimiento en la norma de certificación.
Además, este esquema de certificación contempla requisitos específicos, más rigurosos que los de obligado cumplimiento, entre ellos cumplir determinados criterios de calidad higiénico-sanitaria de la leche cruda de vaca, teniendo en cuenta las muestras válidas registradas en la base de datos Letra Q, y realizar el Control de Rendimiento Lechero Oficial. Asimismo, es necesario realizar una supervisión externa, con perioricidad máxima mensual, de todas las muestras recogidas en la explotación.
El principal objetivo que se persigue con este esquema es el reconocimiento del esfuerzo de un elevado porcentaje de las explotaciones andaluzas de vacuno lechero, que consiguen y mantienen parámetros de calidad que superan los mínimos establecidos por la legislación vigente. Todo ello es el resultado de aplicar, de manera continuada, pautas de manejo y control técnico en el día a día de las explotaciones, con rigurosos protocolos de trabajo que se han traducido en la mejora de la calidad del producto y la seguridad alimentaria, así como en el incremento de bienestar animal en las explotaciones.