De la pueza de Manuel Moneo al monumento al baile de María del Mar y a un Juan Moneo que se agigantó
Noche grande la que se vivió en la Plaza de Toros de Jerez el sábado, aunque le faltó público. El cartel era inmejorable pero el público no acudió como se esperaba. Y además el que había comenzó a abandonar el coso de la calle Circo poco después de que María del Mar Moreno hiciese un monumento al baile flamenco. Quedaron, como diría El Torta, los cabales cuando el reloj ya había sobrepasado las dos de la mañana.
Antes, Pepe Marín presentó y Macarena Moneo, Ana de los Reyes, Rosario Soto, Rocío Vargas, la hija del Mono como ella quiso dejar constancia, y María La Cantarota abrieron con la bulería al golpe una fiesta a la que Rosario la Majuma puso el baile de siempre y Triana el baile del futuro poniendo a la plaza boca abajo. Argentina estuvo en buena línea, con tientos-tangos, rematando con tangos de Triana, bulería por soleá, una malagueña corta de Chacón y verdiales, rematando con un abandolao con una canción de su disco Barrio de La Triniá, una siguiriya un pelín larga y la bulería acordándose de Jesús Méndez y Chati Méndez y finalmente de La Paquera y finalizó, sin micro, con fandangos de Juan Díaz y Paco Toronjo. Manuel Moneo cantó la pureza de Jerez con soleá, siguiriya y bulería, bailando su hija Macarena y estando acompañado a la sonanta por su nieto Barullito. Jerez Puro
María del Mar Moreno estuvo extraordinaria. El Bo y Fernando Jiménez estuvieron también en el baile y Manuel y Antonio Malena en el cante con Santiago Moreno y Malena hijo a la guitarra. Bailó cantes de las minas, tarantas rematadas con tango, soleá, bulería y remató con un romance por bulerías. María del Mar y su cuadro sacaron más que matrícula de honor. Extraordinarios.
Bien Esperanza Fernández con alegrías, malagueñas rematadas con verdiales, siguiriyas muy bien cantada, tangos acordándose de la Repompa y la bulería.
Y El Torta, Juan Moneo, muy, muy bien. Los cabales lo agradecieron. No está pasando su mejor momento personal, pero en lo artístico se agigantó con martinetes, malagueña, fandangos, bulería y terminando con sus reportorio habitual que hizo calentar el ambiente al máximo. Ya había poca gente, pero quedaban los de verdad. La verdad del cante y del baile de los Moneo y María del Mar.