El año meteorológico retrasará el inicio de la vendimia a comienzos de septiembre, lo que hará que la campaña de la recolección de la uva recupere su fecha original. Como apunta el presidente de los viñistas de Asevi-Asaja, Francisco Guerrero, los pronósticos se dirigen hacia una merma de un 20 por ciento en la producción en el Marco que, en el caso de Jerez, es menos acentuado que en zonas como Sanlúcar o Trebujena. A estas pérdidas tienen que sumarse además las 600 hectáreas menos de viñas que habrá en la próxima vendimia después de que muchos viticultores hayan optado por arrancarlas o abandonarlas ante los problemas económicos y la falta de ayudas.
No obstante, pese a que todavía es pronto, desde Asaja han resaltado por encima de todo la calidad de la uva de este año, lo que les hace vaticinar que no presentarán muchos daños. “La uva está muy sana. Ahora mismo están tratándola en algunos sitios para el tema de la polilla del racimo. Plagas hay pocas, quizás un poco de mosquito verde pero este afecta más al follaje o el aspecto de la uva”, aclara.
A excepción de los últimos días, la ausencia de viento de levante ha sido beneficiosa para que la viña “aguante” varias semanas más, dado que pese al viento también ha habido cierta rociada y una humedad que se convierten en los mejores aliados de la producción. De lo contrario, sobre todo si julio hubiera sufrido la temperatura de estos días durante más de una semana, las pérdidas hubieran afectado a más de la mitad de la cosecha.
En estos momentos, la uva del Marco alcanza ya 9 grados baumé frente a los 10,5 grados fijados por el Consejo Regulador para el inicio de la campaña, que este año llegará 15 días más tarde que en 2011, lo cual, como han indicado desde Asaja no implica un retraso respecto a la fecha natural de la recolección, sino todo lo contrario.
Cabe recordar que la producción total en 2011 ascendió a 64,3 millones de kilos de uva, lo que supuso un 7,6 por ciento menos que en 2010, con lo que para este año se mantiene la tendencia a la baja con ese 20 por ciento de descenso que se intensifica especialmente en los pagos de Trebujena y Sanlúcar donde los viticultores están verdaderamente preocupados por los vaticinios.
Ya en 2009 se recolectaron 73 millones de kilos, en 2010 fueron 69,5. Una tendencia a la baja que viene motivada por reducción de unas 3.000 hectáreas de viñedo. Centenares de agricultores del marco no se lo hayan pensado dos veces y se hayan acogido a las ayudas europeas por arranque, unos 9.000 euros por hectárea, viendo que su destino tenía pocos visos que remontar.
El precio de la uva también ha bajado y mucho, lo que tampoco ayuda a que el sector vaya para arriba, todo lo contrario, cada año crece la indignación por este tema. En concreto, el descenso es más que llamativo puesto que ha pasado de las más de 100 pesetas con las que se pagaba el kilo a las 42 pesetas del pasado año.