Todo, todo y todo al 50% sin excepción”. “Artículos a 2, 4 y 6 euros...” Aunque a primera vista podría parecer que estos precios corresponden a cualquier bazar chino, con agresivos mensajes que aspiran a que el consumidor, como mínimo, se detenga a leerlos, en realidad no son más que la llamada de socorro de los escaparates de los comercios tradicionales e incluso franquicias, si se apura, en su último intento por liquidar los artículos de la temporada.
En otros tiempos era impensable que la ropa de baño perdiera euros a la velocidad que algunas tiendas de la cadena Inditex lo están haciendo, de forma que estos días es fácil adquirir un bikini por 6 euros que antes costaba casi 30. Un pantalón que antes costaba 25 a 4 y así con el resto de artículos, siendo una vez más la industria textil la que acapara los descuentos más suculentos y a la vez hasta sorprendentes.
Pero si hasta a las firmas más conocidas le hacen el plante lo clientes, que siguen pasando de largo por sus escaparates, las consecuencias en el caso de los pequeños establecimientos comerciales son todavía más aparatosas y asociaciones de comerciantes como Acoje, integrada en Fedeco, cuantifica las pérdidas respecto al pasado año en más de un 20 por ciento y eso que el verano pasado la campaña de rebajas ya fue dura.
“A nivel provincial, andaluz y en todo el país está pasando lo mismo, no hay alegría, las rebajas han sido bastante malas desde los primeros 10 días, casi inexistentes. No hay alegría en las tiendas, la gente no está por la labor de consumir porque hay muchos frentes abiertos. Ni primeras, ni segundas, ni terceras rebajas...les da igual”, señala Fernando García, presidente de la citada asociación.
No es de extrañar que a estas alturas muchos comerciantes tengan claro que ni siquiera los precios “de saldo” van a conseguir que se libren del género de la temporada para adquirir artículos para la próxima pese a que oficialmente todavía restan más de tres semanas para que acabe la campaña de verano. Una vez más, al igual que se adelantan con las promociones encubiertas, las franquicias ya prácticamente tienen “arrinconados” sus descuentos frente a los artículos de nueva colección que algunas firmas conocidas no han dudado en colocarlas ya en sus escaparates retando los casi 40 grados que marcan los termómetros estos días.
psicosis a comprar
La gran ventaja para los clientes es que pueden aprovechar la coyuntura para vestirse prácticamente a precio de saldo de cara al próximo año dejando de lado la desconfianza que se ha instalado en los hogares españoles. Mayte trabaja como cajera en una conocida tienda y tiene claro que hasta este verano no había visto nada igual. “Que por 20 euros puedas llevarte un pijama, ropa de baño, unos pantalones y hasta varios accesorios y todo ello de primera calidad era inimaginable antes, la cosa está complicada pero también hay que aprovechar y si no buscas nada determinado, apurar al máximo”, señala.
El problema, una vez más es el miedo a lo que viene por delante y la gota que ha colmado el vaso ha sido la subida del IVA, asunto en el que los pequeños comercios parten con desventaja. “La gente compra por necesidad y si se da un capricho luego se siente hasta mal, aunque ese capricho le haya costado 5 euros, teniendo en cuenta que en septiembre tendremos otra cuesta”, añade. Las grandes cadenas ya han avisado de que no subirán el IVA, lo que para las pequeñas tiendas es “inevitable” y otro toro más al que coger por los cuernos.