Del caos más absoluto de hace unos meses, con una huelga que hacía impensable coger un autobús ni siquiera para llegar a la plaza de abastos, a la normalidad de un servicio con una nueva red de líneas, más cómodas y rápidas, que haga que el ciudadano prefiera dejar de un lado el coche privado y opte por usar el transporte público. Esa es, al menos, la idea que se tiene desde el gobierno municipal, principal eje sobre el que se apoya el nuevo Plan de Movilidad Urbana que ha elaborado la consultora granadina Contorno.
Y es que a nadie escapa que el deterioro progresivo del servicio del autobús urbano, que ha supuesto una pérdida brutal de viajeros en los últimos años (en 1998 se llegó a los 10 millones), no se debe sólo al mal estado de la flota (con vehículos que cuentan con hasta 18 años de vida) sino, principalmente, a unas líneas que, en muchos casos, son incómodas para los usuarios debido al excesivo tiempo de paso entre un vehículo y otro, y que llega a ser insufrible en el caso de la 19 (Nueva Jarilla-Guadalcacín-Angustias), con esperas de más de una hora y media.
Desde que el Ayuntamiento de Jerez secuestrara el servicio del autobús urbano el pasado mes de mayo, la delegación de Movilidad ha trabajado codo con codo con el comité de Urbanos Amarillos y los departamentos de dirección y marketing de la empresa de transportes sevillana en base al nuevo Plan de Movilidad que ha elaborado Contorno. El trabajo, como reconocen fuentes municipales y del propio comité, ha sido duro, porque el objetivo no es otro que recuperar un servicio esencial para una ciudad de más de 200.000 habitantes que cada vez más se expande a nuevas zonas. Así, se ha elaborado el proyecto de lo que será la nueva red de líneas, que así y todo no es definitivo ya que tiene que pasar el filtro de las asociaciones vecinales, colectivos sociales y demás grupos que forman parte de la Mesa de Movilidad, que ahora darán su visto bueno o propondrán los cambios que consideren para que, de aquí a septiembre, ya esté todo listo y las nuevas líneas puedan estar funcionando el 1 de octubre, coincidiendo con la entrada del horario de invierno.
De todas maneras, la base del proyecto de la nueva red de líneas ya está marcada. Así, las que actualmente funcionan bien, como por ejemplo la 1 y la 6, se mantendrán prácticamente iguales, salvo pequeños retoques al final del trayecto, con paradas que, o bien se suprimen o cambian de lugar. Otras como la 8 y 9 llegarían hasta Hipercor por la avenida del Altillo (actualmente solo paran en El Bosque) para buscar la nueva y flamante avenida Reina Sofía y ya buscar la glorieta de la Maternidad (en San Joaquín) para llegar hasta el Hospital y Área Sur. Igualmente, se ha proyectado que ambas líneas lleguen a San Agustín y la plaza del Arenal. En cuanto a la 2 (actualmente Esteve-Picadueñas) ampliaría su recorrido llegando a Área Sur, mientras que la actual línea 12 pasaría a ser otra, ya que esta misma cambiaría radicalmente.
Como señala Juan González, secretario del comité de empresa de Urbanos Amarillos, “estos cambios que se han propuesto están hechos con base, con estudios que se han hecho del número de personas que se montan en las paradas que existen actualmente. Sabemos que nunca van a estar todas las líneas al gusto de todos, porque es imposible que cada autobús pare en la puerta de tu casa, pero los cambios que se han planteado se hacen para perjudicar a una gran minoría y beneficiar a la gran mayoría”. De hecho, en agosto el comité volverá a hacer pruebas, tomando como base las nuevas líneas planteadas, para calcular los tiempos de paso entre parada y parada y el tiempo total que se tardaría en hacer todo el recorrido.
Hay que señalar igualmente que en esta nueva red no se ha contemplado en principio el paso de vehículos por la plaza del Arenal ni el uso de minibuses ya que, señalan desde el comité, “en su día Cojetusa adquirió un Man pequeño y no funcionó”. En cuanto a la implantación de carriles bus, un sistema que fracasó en Jerez a su paso por la calle Porvera debido a las protestas de los comerciantes y padres de alumnos del colegio de San José, la posibilidad sigue ahí “siempre que se beneficie al ciudadano. Lo que no puede ser es que la gente, para poder seguir aparcando en doble fila, rechace un sistema que puede beneficiar al usuario”.
Eso sí, con esta nueva red de autobuses se hace necesario aumentar el número de unidades. Así, de los 38 vehículos que hacen falta actualmente para cubrir las 16 líneas se tendría que llegar aproximadamente a los 45. En este sentido, no parece que haya problemas para llegar a este número, ya que desde el gobierno municipal están convencidos de que en agosto ya estarán en Jerez parte de los autobuses que se van a adquirir al Ayuntamiento de Madrid.
De hecho, Agustín Muñoz, concejal del plan especial de Movilidad, señala que los trámites con el consistorio madrileño “están prácticamente a punto de concluir”. Muñoz, que afirma que el proceso “no está siendo fácil, porque hay un mercado con muchos demandantes al haber salido a oferta pública”, indica que aunque todavía no hay una resolución definitiva, “estamos seguros de que va a acabar en buen término”, y apunta a que “la semana que viene ya puede haber noticias”. Los vehículos, 21 veco -marca recomendada por los propios conductores jerezanos dada su gran fiabilidad y prestaciones-, costarán algo más de 7.500 euros cada uno (todos, en total, alrededor de 175.000 euros sumando el IVA), un precio que abonará Urbanos Amarillos, cumpliendo así con el pliego de condiciones del servicio. En principio, en agosto ya podrían estar la mitad de ellos en Jerez, ya que el resto aún están prestando servicio en la capital de España, si bien llegarían en el plazo mínimo de tiempo. Ya en Jerez se pintarían con los colores azul y blanco, la nueva imagen que se le ha querido dar al servicio, desterrando definitivamente el color rosa predominante en los últimos 20 años.
Estos autobuses, a pesar de no ser nuevos, se encuentran en unas óptimas condiciones, ya que, como apuntan desde el comité de empresa de Urbanos Amarillos, “en Madrid la flota está perfecta, ya que los vehículos pasan revisiones periódicas y controles rigurosos”.