La Cámara de Cuentas de Andalucía y la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) han emitido sendos informes que no dejan en buen lugar a la gestión económica del Ayuntamiento de Jerez.
En el primer caso, el órgano dependiente del Parlamento andaluz le recuerda que no ha rendido aún las cuentas del ejercicio 2022; mientras que el segundo, se advierte de que la situación del Consistorio “empeora año a año”.
El informe anual sobre la rendición de cuentas del sector público andaluz –correspondiente a 2022- constata los bajos porcentajes de rendición de las entidades locales. Así, en el periodo comprendido entre los años 2020 a 2022 los porcentajes de rendición no superan el 50 por ciento pasando del 48,21 en 2020 al 47,26 respecto a la rendición de cuentas del ejercicio 2022.
A 15 de mayo de 2024, fecha de conclusión de los trabajos, 471 entidades, un 52,74 por ciento del total, no habían rendido la Cuenta General de 2022, incluidos 17 ayuntamientos de más de 50.000 habitantes entre los que se encuentra el de Jerez. Otros consistorios de la provincia de tampoco lo habían hecho: Chiclana, El Puerto, San Fernando y Sanlúcar de Barrameda.
Según la Cámara de Cuentas, las causas aducidas por los ayuntamientos a la falta de rendición se refieren a la escasez y falta de cualificación del personal y la sobrecarga de trabajo que ésta conlleva y que incide directamente en retrasos en la contabilidad. “Este problema parece responder a una necesidad estructural no atendida convenientemente”, admite el informe.
Por su parte, la Airef sigue colocando a Jerez en “situación crítica”, junto a Jaén y Parla, lo que significa que “a políticas constantes, no se estima posible el retorno a una situación sostenible”. Para hacerse una idea de lo que ello significa baste explicar que a los ayuntamientos que se encuentran en un escalón inferior -“con riesgo muy alto”- se le estima un “posible retorno a una situación sostenible” en un periodo “entre 40 y 100 años”.
La situación de Jerez parece algo más favorable que las de Jaén y Parla, ya que en el primer caso existe una capacidad de financiación del 1 por ciento mientras que en el resto es de -10 y -19 por ciento, respectivamente. Además, el Periodo Medio de Pago (PMP) a proveedores que se fija para Jerez es de 57 días, mientras que en los casos de Jaén y Parla se elevan a 608 y 274 días, respectivamente.
La Airef estima incluso posible que el Consistorio jerezano cierre el ejercicio 2024 con superávit, por “haber infraestimado la Corporación sus ingresos, fundamentalmente, los elevados recursos a percibir este año por el sistema de financiación”. De no contar con esos recursos, el informe da por hecho que el año terminaría en números rojos.
En materia de ingresos fiscales y dada su situación de insostenibilidad, destaca la reducción esperada por los ayuntamientos de Jerez, Jaén, Navalcarnero y Barbate, de más de un 11 por ciento sobre ingresos, en todos ellos. “Este efecto es compensado este año con el aumento extraordinario de los recursos del sistema de financiación, pero de mantenerse en ejercicios sucesivos donde esta financiación extraordinaria no tenga lugar, incidiría muy negativamente en sus cuentas”, advierte la Airef.
En cualquier caso, la situación del Ayuntamiento de Jerez es “particularmente preocupante” porque su “situación de riesgo de sostenibilidad empeora año a año”, idéntico análisis al que se hace para Jaén y Parla.
“Como ya se ha venido poniendo de manifiesto en anteriores informes, son especialmente difíciles las situaciones de los Ayuntamientos de Jaén y Jerez dado que, con los datos actuales y teniendo en cuenta su situación de máximo riesgo de sostenibilidad (situación crítica), la Airef no detecta signos de mejoría significativa en ninguna de las variables analizadas”, sostiene este órgano independiente.
Y en este sentido, se advierte de que, si bien el Consistorio jerezano ha generado superávits “al menos desde 2017 (a excepción de 2020 y 2023)”, en paralelo “ha aumentado su nivel de deuda”. Desde 2016 a 2023, “este Ayuntamiento incrementó su deuda más de 331 millones de euros, pasando su ratio de deuda sobre ingresos del 330 al 416 por ciento a pesar de contar con superávits en casi todos los años”.
“En esta situación de endeudamiento incide de forma notable la deuda con el Estado por los mecanismos adicionales de financiación, al haber acumulado pasivos con acreedores públicos y privados que han sido financiadas a través de estos mecanismos”, concluye el informe.