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La fecha más esperada para la familia penitenciaria

Más de 200 hijos e hijas de reclusos del centro penitenciario pudieron disfrutar ayer por la mañana del VIII Encuentro Padres e Hijos

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  • La pintura y el maquillaje formó parte de las actividades llevadas a cabo por el grupo de animación en el centro penitenciario. -
En la vida de la cárcel hay pocos momentos que puedan suponer una satisfacción para el interno. La rutina de estrictas normas, una delicada convivencia y trabajo dejó paso ayer a la diversión y el ambiente familiar con la celebración del VIII Encuentro Padres e Hijos que tuvo lugar entre las 9.30 y las 15.00 horas en el Módulo Sociocultural, dentro de las pistas deportivas, y que logró reunir a más de 200 hijos e hijas de los internos de todos los módulos de la cárcel.

La compañía de animación Event's trajo consigo a un fabuloso equipo de animadores que hicieron las delicias de los más pequeños con los disfraces y juegos que tenían preparadas. Alicia, coordinadora de estos profesionales, explicó que para la ocasión tenían "castillos hinchables, papiroflexia, maquillaje y karaoke", actividades que los pequeños disfrutaron con auténtica devoción.

Además, Carlos, uno de los animadores, comentó que "hemos hecho un pasacalles para hacer más amena la entrada de los niños en el centro". Asimismo, este joven animador explicó el modo en que, en el escenario del salón de actos, se puso en práctica una coreografía para divertir a los pequeños.

"Es la primera vez que tengo esta experiencia", explicó Carlos, quien ,manifestó que para él "son niños exactamente iguales, tan sólo con circunstancias diferentes".A este respecto, Alicia confesó que tratar con hijos de internos requiere "una labor más pedagógica", si bien "los niños, al igual que sus padres, se portan muy bien y disfrutan de los juegos", concluyó.

La actividad se viene desarrollando de manera anual desde hace ya algunos años y ya formaba parte del programa previsto en la antigua cárcel de la Piñera (actual Centro de Internamiento de Extranjeros).

Objetivo
Desde la dirección del centro explicaron que el objetivo de esta actividad es "intentar que los internos y sus familias se sientan lo más a gusto posible". Recordó que este tipo de convivencia masiva se da "solamente una vez al año" y que completa los beneficios que producen las comunicaciones semanales con sus familias.

La coordinadora de Event’s agregó que estas iniciativas “favorecen especialmente la relación entre padres e hijos y permiten compartir actividades de ocio” que con el día a día penitenciario, evidentemente, es una necesidad imposible de cubrir. Es por ello que desde esta empresa se considera esencial que salgan adelante estas actividades “para el normal desarrollo de los hijos”.

No obstante, y aunque el ambiente rebose fiesta y positividad, no hay que olvidar que los actos se celebraban en una prisión. Es por esto que se cuidaron todos los aspectos referentes a las medidas de seguridad, y cada uno de los familiares tuvo que cumplir a rajatabla con todos los requisitos. Por otra parte, la edad de los menores que podían acudir al centro está comprendida, este año, entre los tres y los doce años de edad, según explicó la misma fuente.

A lo largo del pabellón de deportes se situaron largas mesas para cientos de comensales quienes, a ritmo de música, conversaron durante horas en un ambiente muy distinto del que día a día tiene que vivirse en prisión.

Los familiares cuentan también todos los martes con entrevistas concedidas por el director de la prisión, Francisco Márquez, en las que se les pone al tanto de la evolución que está llevando el interno durante su estancia en el centro penitenciario.

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