En la reanudación, un tempranero gol en propia puerta de los cordobeses tras un centro al área del gibraltareño Liam subió el ánimo del respetable y la Balona comenzó a achuchar sobre la portería del Pozoblanco. La reacción se vio truncada por el tercer tanto de Hugo Díaz en el 54, un gol que, no obstante, no afectó a la actitud luchadora de los linenses, que sigieron asediando la portería del Pozoblanco.
La insistencia del cuadro de Escobar tuvo premio tardío al filo del minuto 90 cuando David Hernández remataba magistralmente a la red de cabeza un centro de Javi Catalán. El asedio en los cuatro minutos de descuento fue continuo, hasta que llegó la jugada de la polémica.
En el último córner botado por los de Escobar, un jugador del Pozoblanco cometió lo que todo el público del Municipal vio como un penalty clarísimo sobre el meta Camacho, que había acudido desde su área como un intento desesperado de la Balona de salvar un punto ante los cordobeses. El colegiado, en lugar de pitar la pena máxima, indicó el final del choque (2-3), ganándose la bronca de los aficionados linenses.