El presidente del Clúster Turístico, Antonio Mariscal, advierte de la necesidad de reflexionar sobre el futuro del fenómeno de la zambomba con el objetivo de preservar su autenticidad y de este modo poder seguir ofreciendo al visitante un producto único y singular.
Mariscal cree “evidente” que “estamos viviendo un momento álgido” que “genera beneficios para todo el mundo”, pero también considera que se puede estar poniendo en peligro la sostenibilidad futura del fenómeno al abundar formatos que poco o nada tienen que ver con el carácter “espontáneo” y “participativo” que siempre caracterizó a la zambomba.
A su juicio, existe riesgo de que estas reuniones “puedan acabar derivando en puros espectáculos de escenario”, algo “puede servir para un teatro” pero nunca para una fiesta siempre sustentada en ese carácter participativo.
De ahí que abogue por impulsar productos “lo más parecidos posibles” a la “zambomba tradicional”, donde “se fomente la participación de los asistentes”.
En caso contrario, “podríamos empezar a hablar de verbenas navideñas en lugar de zambombas”, lo que sin duda restaría ese rasgo singular que siempre caracterizó a la Navidad jerezana.
“Ese modelo podría seguir generando beneficios a nivel local, pero no lograría despertar el interés de los visitantes.
“Si esto se termina convirtiendo en un espectáculo de escenario, igual nos vale para que el turista venga un año, pero esa persona no vuelve ya al año siguiente”, advierte el presidente del Clúster, que cree que “todavía” se está “a tiempo” de promover esa reflexión.
