Los orujeros abren esta campaña las puertas con desanimo, debido principalmente a la baja rentabilidad que están teniendo las orujeras, por no hablar directamente de pérdidas. La última campaña ha sido especialmente dura. Fue récord de producción de aceite de oliva, recolectándose toda la aceituna en tan sólo 4 meses, durante los cuales entraron en las orujeras,en forma de avalancha, 10,5 millones de toneladas de orujo graso húmedo, alpeorujo. Sin embargo, la campaña récord de producción de aceite de oliva trajo consigo unos precios bajísimos en todas las categorías de los aceites de oliva, desde el aceite de oliva virgen extra, hasta el aceite de orujo de oliva crudo, y eso a pesar de que fuera de España no había aceites de oliva, sobre todo en el resto de países productores de la cuenca Mediterránea. “Mucho se ha hablado sobre el bajo precio del aceite de oliva y en particular por la baja remuneración que llega a los olivareros, pero muy poco se habla del bajo precio del aceite de orujo de oliva y el orujillo (biomasa del olivar), los cuales dinamitan la viabilidad de las orujeras”, indica Joaquín López, presidente de Aneo (Asociación nacional de empresas de aceite de orujo).
Costes deproducción
El aceite de orujo de oliva crudo se está vendiendo por debajo de su coste de producción, el orujillo tras el batacazo de hace varias campañas, por la caída de la exportación a Reino Unido, aún no ha llegado a niveles de rentabilidad, por lo que la situación se está haciendo totalmente inviable. El presidente de Aneo considera que esta baja rentabilidad del sectororujero hace que el sector encare esta nueva campaña 2019/2020 con preocupación. “Si bien se espera una producción menor de aceite de oliva, la producción de aceite de orujo de oliva de la campaña 2019/2020 va a ser muy similar a la ya pasada, gracias a los alperujos,de esta nueva campaña y a los alpeorujos que han quedado de la anterior aún sin valorizar Por estos motivos, alta producción y bajos precios del aceite y del orujillo, la rentabilidad del sector se ve comprometida, por no decir hundida”, advierte Joaquín López. Con todo, desde Aneo se tranquiliza al sector productor al subrayar que “siempre se abrirán las puertas para no colapsar el sector oleícola”.