El primer paso para la peatonalización dado por el Ayuntamiento ha ocasionado “efectos rotundamente negativos” en la hostelería, debido a la inaccesibilidad a la zona centro ante la falta de plazas de aparcamiento, parkings disuasorios y un servicio de transporte urbano que facilite la llegada. Así lo reconoce el presidente de la Asociación de Restaurantes, Bares y Cafeterías ‘Asostel’, Antonio Lechuga. “La zona centro se ha quedado colgada”, afirma.
Los hosteleros reconocen que “todos” los bares y restaurantes de la zona están “afectados”, ante la “bajada de afluencia” y, por ende, ante el “menor consumo” generalizado que se ha registrado en este primer semestre. Según Lechuga, la facturación del fin de semana se ha visto mermada en más de un 10% y los días laborales, las terrazas quedan vacías.
Señalan que los aparcamientos del mercado San Francisco, de la Plaza de la Constitución e incluso el del parque de La Concordia “están llenos a las once de la mañana”, provocando que quien quiera dejar el coche “tenga que marcharse de la zona centro”. Por su parte, el responsable del restaurante Mazas y tesorero de Asostel, Gregorio Martínez, confirma que la peatonalización “está hundiendo los bares del centro” y que el proceso “debería haber empezado con la habilitación de aparcamientos disuasorios, poniendo en marcha el tranvía y con más servicio de autobuses urbanos”.
En esta línea, Martínez afirma que “la peatonalización no es cerrar calles al tráfico poniendo maceteros”. Bares antes concurridos como los de las plazas Deán Mazas y El Pósito, ahora “están prácticamente vacíos”.
Ante el inicio de las obras en la primera de las plazas, proyectadas para el 1 de julio, la preocupación es alta entre el gremio. Los hosteleros están a favor de la peatonalización porque en otras ciudades se ha demostrado que las visitas se incrementan más de un 30%. Sin embargo, el proceso en Jaén está haciendo que “no haya paso de gente”, con las consecuencias que está provocando al sector.
Ante la falta de accesibilidad, desde Asostel confirman que zonas como El Bulevar y Las Fuentezuelas están experimentando un incremento de clientes. Los establecimientos hosteleros de ambos barrios han sido los más beneficiados, pues ante “los problemas para acceder en coche a la zona centro, la gente decide marcharse a zonas en las que se puede aparcar”.
Repartidores
También los repartidores lamentan los perjuicios de la peatonalización. “Hay muy pocas zonas de carga y descarga y los accesos a la zona sur son una pesadilla”, indica Blas Palacios, industrial y anterior responsable de Reintra. Para facilitar el acceso al mercado de San Francisco han planteado al Consistorio, sin éxito, habilitar una ruta alternativa por Vicente Montuno, Hurtado y Ramón y Cajal.
Mayor satisfacción se muestra desde la asociación de transportistas Asotramer. “Aunque todo es mejorable, creo que el resultado de estos primeros meses es positivo, se han habilitado zonas suficientes para el reparto de mercancías y la gente se ha acostumbrado a las restricciones”, apunta Ana Oya, secretaria de Asotramer. También se muestran comedidos los taxistas.
Aunque admiten que al principio sufrieron el “caos en el tráfico”, con el tiempo la situación se ha normalizado. “La gente se ha ido concienciando y coge el coche cada vez menos”, señala Luis Carlos García, presidente de la Asociación Gremial del Taxi.
Eso sí, alertan de puntos negros como el de la intersección de las calles Castilla con Millán de Priego y siguen reclamando una parada de taxis en Roldán y Marín, que el Consistorio ha pospuesto por las obras en el parking y el antiguo solar de Simago.