“Muchas gracias por todo, y hasta siempre”. Fueron las últimas palabras de José Enrique Fernández de Moya, que ayer dejó de ser alcalde de Jaén en el transcurso de un pleno extraordinario en el que presentó su renuncia tras haber sido elegido como cabeza de lista del PP por Jaén al Congreso de los Diputados.
En su discurso de despedida tras cuatro años y cinco meses al frente de la alcaldía y una etapa de 12 año como edil de la Corporación, Fernández de Moya no escatimó en agradecimientos y no pudo contener la emoción y la voz quebrada al recordar a su madre -fallecida cuando él tenía 21 años-, a su hermana María del Mar, su principal apoyo en el gabinete de alcaldía, y a su mujer, Charo, y su hijo, José Enrique.
Tras la renuncia, Fernández de Moya saludó uno a uno a todos los ediles de la Corporación y a buena parte del público asistente al pleno, en su mayor parte empleados municipales. Y aunque tuvo palabras de gratitud hacia todos los concejales del PP que lo han acompañado en estos años, ayer tan solo acudieron a su despedida Miguel Ángel García Anguita -también secretario provincial del PP- y Manuel del Moral, junto al exalcalde Alfonso Sánchez Herrera.
“Ser alcalde de Jaén ha sido el mayor honor, orgullo y privilegio que he tenido en la vida pública”, dijo al comienzo de su intervención el alcalde saliente. Y en su larga lista de agradecimientos incluyó a su partido, el PP (“al que le debo todo”); a los jienenses que en 2011 y en 2014 le dieron “un inmenso caudal de confianza” en las urnas; a los 1.452 empleados municipales del Ayuntamiento, que personalizó en Montse, la trabajadora con síndrome de down que cada mañana le daba los buenos días a su llegada al Consistorio; a los grupos de la oposición, a los que pidió disculpas por si en alguna intervención pudo “herir sensibilidades”; y, en general, a la sociedad jienense.
También aprovechó para respaldar al que será su sustituto en la alcaldía, el actual concejal de Urbanismo, Javier Márquez, que tomará posesión la próxima semana. “Estoy convencido de que hará una extraordinaria labor, sabe que me tiene a su lado para lo que necesite”, dijo de él Fernández de Moya, seguro también de que “preservará la unidad” dentro del grupo popular.
Durante su intervención, Fernández de Moya desveló que fue una llamada del presidente del Gobierno y de su partido, Mariano Rajoy, lo que le movió a dar el paso y dejar la alcaldía para encabezar la lista del PP por Jaén al Congreso. “Me dijo que contaba conmigo por mi trayectoria impecable”, señaló, para agradecer también el apoyo recibido de María Dolores de Cospedal y el presidente regional del PP, Juanma Moreno. Y ya pensando en su futura etapa como diputado (si sale elegido el próximo 20 de diciembre), Fernández de Moya se pronunció en estos términos: “Para mí será un orgullo defender Jaén en el Congreso de los Diputados, allí donde esté estará mi ciudad y mi provincia, a la que defenderé”.
La renuncia de Fernández de Moya a la alcaldía tuvo lugar en un pleno extraordinario que se inició con un emotivo minuto de silencio por “los macabros asesinatos” de París y Mali y por la muerte de José Javier Paulano, “un chaval que luchó contra el cáncer hasta el último día de su vida”, subrayó el hasta ayer alcalde de Jaén. Antes de su despedida, se celebró el sorteo de las mesas electorales de los próximos comicios del 20-D.
Grupos políticos
Los grupos políticos despidieron al alcalde con respeto y si entrar en valoraciones políticas. “Mucha suerte en lo personal”, le deseó, de forma escueta, el portavoz de Jaén en Común, Manuel Montejo; “le deseamos toda la suerte del mundo y que defienda a Jaén desde el Congreso”, añadió Salud Anguita, de Ciudadanos; y el portavoz socialista, Manuel Fernández, quiso resaltar el valor de la política local tirando de una frase de un pensador argentino resumida en que “todo aquello por lo que luchamos tiene su máxima expresión en el despacho de un concejal”. Las palabras más emotivas le llegaron desde las filas del PP, cuya portavoz y alcaldesa accidental, Reyes Chamorro, mostró la “tristeza” de la bancada popular por “perder a un magnífico alcalde y compañero”.
