El estado de la zona sur del cementerio de San Fernando va camino de parecerse al de su antecesor, el cementerio viejo
La situación en la que se encuentra el cementerio viejo de San Eufrasio de Jaén es bien conocida por todos, a la espera de una inyección de inversión que dignifique el descanso de los antepasados de miles de jienenses, que durante casi un año no pudieron hacer visitas al camposanto por el peligro de derrumbe. Ahora, el cementerio nuevo, el de San Fernando, que va creciendo cada vez más por su cara norte, comienza a presentar los mismos problemas de su antecesor, el viejo, y el muro sur comienza a caerse sin que hasta el momento se haya puesto una solución para evitar que se deteriore más esta zona. Que no hay dinero también lo sabe todo el mundo, pero como en tantas otras cosas, nadie sabe qué sucedió con el pliego de condiciones para buscar una gestión privada y por qué no se ha sacado aún a exposición pública. Desde el equipo de gobierno se apuntó en su día que era la solución para invertir en el cementerio viejo y para que ambos camposantos dejaran de ser deficitarios para el Ayuntamiento. Sin embargo pasan los meses y ni se privatiza ni se invierte en ninguno de ellos con lo que los problemas existentes no hacen más que hacerse más visibles y empeorar. Una vez más los problemas se enquistan justo cuando parece que se ha encontrado una solución de futuro, guste o no guste, y en este caso no hay ninguna otra administración que sirva de pretexto.