Los empresarios de la hostelería protestarán por lo que consideran un acoso municipal en una ciudad en la que apenas queda sitio para el peatón
No ha habido acuerdo por el momento entre los hosteleros de la ciudad y el Ayuntamiento de Jaén y sinceramente, es difícil que lo haya a tenor de las peticiones de los empresarios de la hostelería. Se quejan de persecución, de sentirse acosados y de un control excesivo con las inspecciones, y además, de que las licencias para terrazas tardan mucho en otorgarse, llegando algunos establecimientos a seis meses de espera. Lo que no cuentan los hosteleros es que muchos empresarios piden la licencia para montar la terraza con la de primera ocupación y no esperan a la de apertura, por lo que lógicamente los plazos se demoran. El concejal de Urbanismo, Javier Márquez, ha mostrado claramente su postura que no es otra que conciliar los intereses particulares de los hosteleros con los generales de los ciudadanos y por ello se enfrenta a su primera protesta y manifestación en contra, que como dice resignado, porque considera que solo trata de cumplir la ordenanza y la legalidad, es como la primera novia, que nunca se olvida. En cualquier caso, quienes han hablado poco, a excepción de San Ildefonso, son los vecinos, que son los que sufren los desmanes de algunos hosteleros que desde hace algunos años creen que son los dueños de la calle. No hay más que pasear por algunas zonas peatonales de la capital para darse cuenta que apenas queda espacio para transitar y al final solo es una cuestión de respeto mutuo.