Demasiados frentes abiertos

Se van acumulando los frentes abiertos entre Ayuntamiento y Junta, pero parece que ninguno de sus responsables se da por aludido. Al PP en el Consistorio se le puede criticar lo que se quiera, pero sus advertencias son claras en una medida provocación hacia la administración autonómica, que parece que va archivando los asuntos pero lo cierto, por preocupante que parezca, es que desde Sevilla no se ofrecen respuestas, todo lo cual va en la dirección de que en cualquier momento puede reventar el conflicto y eso que ya lleva tiempo con pronóstico grave. La dependencia, el tranvía, la cesión del Banco de España, el PGOU, el colegio Almadén, el APA III, son solo algunos ejemplos del desencuentro, en los que las posturas se han distanciado y nadie se encarga de tender puentes, los consejeros ni han venido ni se les espera, y en algunas de las delegaciones territoriales parece que se han juramentado en torno a la ley del silencio, que por una parte puede estar bien porque dos no se pelean si uno no quiere, pero la impresión que da es que el equipo de gobierno local no tiene interlocutor, y francamente es un lamentable escenario. Si se trata de una estrategia es pésima, si es una manifestación de indiferencia o desaire, una irresponsabilidad. El papel de la Junta ante una situación tan excepcional como la que se da en Jaén es tratar de convencer mediante el diálogo y la negociación. Unas cuantas reuniones con ánimo constructivo podían ser suficientes, cuando hay voluntad política todo es más fácil, el problema es que seguramente no la hay por ninguna de las partes.