Con un Olivo Arena hasta la bandera, volvieron de dos semanas sin competición, el equipo de Dani Rodríguez se aferró a sus dos goleadores para llevarse una imporantísima victoria y, de paso, dar una estocada a una rival directo en las ultimas campañas.
El Jaén Paraíso Interior FS se llevó el derbi. Lo hizo además con merecimiento, tanto en el marcador como en la propuesta hecha. Basó su victoria en la pegada. Los porteros estaban reinando en el juego, de hecho consiguieron que se malgastaran las escasas jugadas de peligro que hubo en una primera mitad cargada de faltas.
Chino se mostró insistente en sus instentos, al igual que César, que estuvo especialmente inspirado. Pero, al igual que ocurrió en el bando contrario, el mejor del primer tiempo fue Espíndola. Alternó a ratos con Enrique para que este ensayase el disparo, pero ninguna de las dos escuadras fue capaz de abrir la lata.
La segunda mitad fue un duro castigo para el conjunto manchego. Hay que destacar que David Ramos no está sabiendo dar con la tecla. Su equipo ofrece muy poco para los nombres que tiene en su lista. De hecho el peligro que generaron en Jaén quedó reducido a los chispazos de Solano, Batería o Rafael Rato, que estuvo más tiempo en el suelo que de pie.
Muy pocos argumentos para contrasrrestar a un Jaén Paraíso Interior FS que este año funciona como un reloj de sol en un día sin nubes. Mati Rosa es que se encarga habitualmente de sacarle brillo al reloj y ante Valdepeñas fue una de esas ocasionesñ. Aprovechó la primera clara de la que dispuso para ponerla arriba imposible para Edu.
Conscientes de que por juego se iban a ver superados, los azules embarraron el partido, esperando enfangar el asunto y rascar al menos un punto. Le salió rana la jugada porque Edu Sosa, que estaba siendo el mejor de los suyos, se expulsó en dos sencillos pasos. El primero fue incorporarse a una tangana que ni le iba ni le venía en el otro extremo de la pista. El segundo, ya amonestado previamente, fue empujar a un jugador de Jaén para impedir que sacar rápido.
Chino castigo la inferioridad númerica de los visitante con el segundo tanto del partido. Se volcó con poco acierto el conjunto de David Ramos tratando de evitar su quinta derrota en los últimos seis partidos. De hecho no solo no consiguió hacer peligro sino que Chino le endosó el tercero para que las 6.400 personas que animaron a los amarillos en el Olivo Arena (200 lo hicieron a Valdepeñas) se lo pasaran en grande.