El último intento por evitar la huelga indefinida en la Liga femenina de fútbol fue un rotundo fracaso. En las casi tres horas que duró el encuentro del pasado lunes entre los clubes y los tres sindicatos -Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), Futbolistas ON y UGT- no se abrió ninguna nueva vía para intentar desbloquear la situación, por lo que a día de hoy la huelga en el fútbol femenino es una realidad salvo giro en los próximos días. El paro, por tanto, empezará el fin de semana del 16 y 17 de noviembre, coincidiendo con la novena jornada de Liga, y solo afectará a los partidos de liga, quedando al margen los entrenamientos, los encuentros de Champions y de la selección española.
El principal punto de fricción es la cláusula de parcialidad, que fija cuánto cobran las jugadoras que tienen contrato a tiempo parcial. El sindicato exige que sean 12.000 euros, el equivalente al 75% del salario mínimo que podrían pactar (16.000). Sin embargo, la patronal rebaja esa cantidad hasta los 8.000 euros (el 50%). Los clubes aseguran que esta demanda de las futbolistas es inaceptable, especialmente, para aquellos considerados independientes (entre ellos el Sporting Huelva), los que no forman parte de ninguna entidad con un equipo en la Primera masculina y que no podrían hacer frente a estos costes, ya que no generan los suficientes ingresos como para pagar esos sueldos.
El Sporting Huelva, como club humilde de la categoría, se encuentra en una situación delicada y a expensas de lo que decidan los sindicatos de las jugadoras.