Acaip-USO, el sindicato con mayor representación en el centro penitenciario de Huelva, ha detallado este martes la situación que viven los trabajadores en la cárcel, poniendo el acento en los problemas de salud pública, que aseguran pueden alcanzar a la sociedad onubense, y los laborales, principalmente por la actitud de la Dirección y la falta de personal, según argumentan.
Por todo ello, han adelantado que en unos diez días aprobarán un calendario de movilizaciones, que comenzaron este lunes con el encierro simbólico en la Subdelegación y que incluirán, entre otras acciones, concentraciones, más encierros... Del mismo modo, han anunciado que pedirán formalmente el cese del director.
Según ha detallado el presidente nacional de Acaip, José Ramón López, en rueda de prensa en Huelva, los “muchos” problemas con el director se derivan de su gestión “muy mala o catastrófica”.
Entre los problemas que afectan a la prisión onubense, indica por un lado los derivados de la seguridad privada, por lo que ha pedido que se rescinda el contrato con la empresa además de defender que este servicio no debiera estar privatizado.
Por otro lado, se refiere a dos problemas sanitarios. En primer lugar, ha mostrado su preocupación por la existencia de una plaga de chinches en el centro penitenciario de Huelva sin que las distintas administraciones den una respuesta efectiva a la misma, con lo que podría convertirse en un problema de salud pública en Huelva.
Así, López ha indicado que de esta situación se ha dado traslado en varias ocasiones al consejo de salud de la prisión, a la Subdelegación del Gobierno e incluso a la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía -asegura que no es competente en ese asunto- sin que “hasta el momento se hayan tomado medidas efectivas para erradicarlo”.
En su opinión, “no estamos únicamente ante un problema que afecta a los reclusos o a los funcionarios que puedan estar en contacto con ellos, es un problema de salud pública ya que esos funcionarios entran y salen de la prisión, la ropa de los reclusos se las llevan sus familiares, por ello queremos que se actúe y que la sociedad en general conozca lo que está pasando”.
A esto hay que sumar el aumento de casos de tuberculosis detectados en la prisión reclusa, tres en menos de dos meses, uno de ellos contagioso por vía aérea sin que “desde la Dirección se hayan tomado las medidas oportunas para constatar si ha habido o no contagio a otros presos o funcionarios”.
Por último, además de hacer hincapié en el “déficit” de casi 50 funcionarios en la plantilla al cumplirse ya tres años desde la última oferta de empleo público, ha sumado la situación de “hostigamiento laboral” que padece el personal por parte de la Dirección, que trae como consecuencia “un ambiente de trabajo cada día más deteriorado”.