Con las protestas de los extrabajadores de Capítulo 6 aún en la retina, más un segundo capítulo de denuncia en los tribunales, a la Universidad de Huelva se le ha abierto un nuevo frente, esta vez en la guardería del Campus del Carmen.
Las 13 educadoras de la Escuela Infantil Jardín de Luz, que se hace cargo de cerca de 80 niños de entre cero y tres años, la mayor parte hijos de trabajadores de la Onubense, han sufrido en el último mes un retraso en el cobro de sus nóminas, y su futuro se torna incierto a partir del próximo curso.
Por ello, numerosos progenitores de pequeños matriculados han creado una plataforma de padres y madres para velar por “el buen funcionamiento de la escuela, la calidad en el servicio y el mantenimiento de los puestos de trabajo de las profesoras, en beneficio de los más pequeños, por el buen hacer demostrado”.
Según ha indicado su portavoz, José Gómez, este jueves se reunirán con el rector, Francisco Ruiz, para “solicitar información acerca del futuro de la guardería, transmitir el apoyo unánime a la labor desempeñada por el personal docente, y defender la conveniencia de apostar por la continuidad de ambos”.
En la actualidad, la guardería es gestionada por la Corporación de la Universidad de Huelva, un ente jurídico propio pero participado en su totalidad por la Onubense. Según ha explicado a Viva Huelva el presidente de su Consejo de Administración, además de vicerrector, Sebastián González, es la Corporación la encargada de abonar las nóminas y asegura que el retraso en el pago de este mes -de tres semanas, ya que las nóminas se abonaron a finales de la pasada semana- es una situación puntual por “problemas financieros de la Corporación”, pero que el pago “está asegurado” en los meses sucesivos.
En esta ocasión, fue la Onubense la que realizó una transferencia a la Corporación para hacer frente al pago de estas nóminas.
Nueva gestión
Por otro lado, esta situación ha coincidido en el tiempo con el inicio de negociaciones para el cambio de la gestión de la guardería.
El motivo es que en un primer momento, la gestión se adjudicó a una empresa mediante concurso público. La empresa que quedó en segundo lugar (Cooperativa Sueños de Colores) denunció el concurso en los tribunales al no estar de acuerdo con la adjudicación. En este tiempo (más de tres años), la gestión pasó a manos de la Universidad a través de la Corporación, se dictó una primera sentencia que daba la razón a la empresa denunciante, y ahora en diciembre, tras un recurso, se ha publicado la sentencia firme, que de nuevo da la razón a Sueños de Colores, de modo que tiene que asumir la gestión de la guardería.
Según explica González, ya se ha iniciado el diálogo con la empresa para organizar el traspaso de la gestión, y asegura que “hay muy buena disposición” por parte de Sueños de Colores, aunque el futuro de las 13 educadoras está en el aire.
Lo primero que la UHU ha puesto sobre la mesa es que las trabajadoras se mantengan en sus puestos al menos hasta que finalice el curso, ya que “lo contrario supondría un gran impacto para los menores, y eso no lo vamos a permitir”.
La empresa se ha mostrado favorable a este punto, aunque quedaría por resolver si el traspaso de la gestión se hace una vez finalice el curso o antes.
El segundo punto que ha solicitado la Onubense es que Sueños de Colores subrogue a las 13 trabajadoras, pero González explica que “eso está en manos de la empresa, que tiene todo el derecho de hacer lo que quiera”.
En esta situación se encuentran las trabajadoras, que cuentan con el respaldo de los padres de los menores.