Los romeros de las 127 hermandades filiales de la Virgen del Rocío reciben desde bien entrada la madrugada la visita de la imagen a la que veneran, la también llamada la Blanca Paloma, que como cada Lunes de Pentecostés sale de su santuario para acercarse a sus fieles.
Desde que los almonteños saltaran la reja a las 2:55 horas de este lunes y la virgen cruzara el dintel de su santuario unos 25 minutos más tarde, en una de las salidas más tardías que se conocen, se suceden por las calles de la aldea los momentos de emoción, satisfacción y alegría al paso de la Virgen ante sus filiales, dejando imágenes que, a pesar de lo habitual, no dejan de sorprender.
Y este año más si cabe, pues en 2022 la procesión tuvo que suspenderse a las pocas horas de su inicio por una rotura en el banco del paso, lo que impidió que la imagen visitara a muchas de sus hermandades privándolas de un momento que no viven desde 2019, ya que en 2020 y 2021 no hubo romería por la pandemia.
De ahí que este Lunes de Pentecostés los vivas y olés, salves y plegarias al paso de la Virgen del Rocío sean aún más intensos, un paseo que hace rodeada por una marea de fieles en cuyas caras se reflejan los sentimientos que le tienen a la Blanca Paloma a cuyo paso le trasladan sus peticiones y plegarias.
Tampoco faltan las petaladas y los tradicionales "vuelos" de los niños a los que en volandas acercan hasta el manto de la virgen para que los proteja.
La procesión se está desarrollando con normalidad aunque un poco más lenta de lo habitual.
El paso por El Real, donde ha visitado puntos tan señeros como la casa de las Camaristas y de hermandades tan antiguas como Huelva o Triana, ha concluido en torno a las 8.5 horas. Desde allí ha puesto rumbo a la calle Almonte para dirigirse hacia El Eucaliptal, donde la esperan el grueso de corporaciones.
La Virgen del Rocío continuará recorriendo las calles de la aldea hasta aproximadamente el mediodía, si bien no hay hora exacta de entrada.