El Belén Viviente de Beas no es por casualidad una de las Siete Maravillas de Huelva.
Sus escenas recreando a la perfección la Judea del Siglo I lo han convertido en paso obligado para autóctonos y visitantes en esta época del año. De hecho, y una vez que se alcanza el ecuador de los días que va a permanecer abierto al público,
ya son más de 7.000 personas las que han podido presenciar in situ el trabajo que realizan los vecinos y vecinas de Beas en el Belén Viviente de la localidad.
Dicho belén, organizado por la Hermandad Nuestra Señora de los Clarines y en colaboración con el Ayuntamiento de Beas, se ha convertido en
una visita obligada para todo onubense en los últimos 52 años, desde que abrió sus puertas allá por 1970.
En las cifras en torno a las visitas
destacan los días en los que la meteorología ha acompañado, ya que el número de personas ha aumentado. Es más, se esperaba una importante afluencia durante el puente de la Constitución Española, pero el mal tiempo hizo que los números no fueran tan buenos como cabía esperar.
Aún así, hasta el momento han sido 7.429 personas las que han cruzado sus puertas desde el pasado 3 de diciembre.
El mejor día en cuanto a visitantes se registró el 10 de diciembre con casi 2.000 personas (1.964) y el peor registro llegó cinco días antes con solo 349, causado en gran parte por el tiempo desapacible.
Si la tendencia se mantiene,
todo hace indicar que se podrían superar (o al menos acercarse) a los 15.000 visitantes, que sería una cifra importante "para seguir dejando constancia del buen hacer de los beasinos y beasinas en su belén viviente", ha indicado el Ayuntamiento en un comunicado.