El jurado popular del juicio que sigue la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Granada ha declarado culpables a los tres acusados de matar de un disparo a un joven que entró, junto a otras tres personas más en un cortijo situado en el término municipal de Arenas del Rey (Granada), en busca de una plantación de marihuana.
Fuentes del caso han confirmado a Europa Press que el tribunal popular ha declarado a los tres acusados de un delito de asesinato consumado y de otro en grado de tentativa --dado que fue disparado otro hompre que no murió--, señalando en su veredicto que los tres habían actuado "de forma coordinada y conforme a un plan previamente establecido".
Según el jurado popular, dos de los acusados --el dueño y el guarda de la finca-- son culpables del delito de tenencia ilícita de armas, concretamente un rifle y una escopeta con el número de serie borrado. No han acreditado que la tercera acusada --la mujer del dueño-- utilizara las citadas armas.
El dueño y el guarda de la finca se enfrentan a una petición de la Fiscalía 33 años de prisión por la presunta comisión de delitos de asesinato, tentativa de asesinato --dado que fue disparado otro hombre que no murió--, y de tenencia ilícita de armas largas, una solicitud que es de 26 para la mujer por los dos primeros supuestos ilícitos.
El ministerio público considera que "se concertaron e idearon un plan" para "acabar con la vida de las personas ajenas a la finca que intentasen acceder a la misma" proveyéndose de un rifle y una escopeta con sus municiones.
Fue en la madrugada del 11 de octubre de 2019, cuando, según este relato, cuatro hombres acudieron a bordo de una furgoneta a las inmediaciones del cortijo 'Los Sevillanos', en un paraje próximo a la orilla del pantano de Los Bermejales, adonde se acercaron con el fin de hacerse con "la marihuana allí existente, desprovistos de armas de fuego".
Alertado por los ruidos, el guarda habría avisado al que era el principal acusado al inicio del juicio, en tanto la Fiscalía le consideraba el supuesto autor material del disparo por la espalda que acabó con uno de los jóvenes.
En las conclusiones definitivas, tras el desarrollo de la vista oral desde el lunes, el ministerio público especifica que "le dispararon por la espalda con el rifle", impidiéndole a la víctima igualmente "repeler eficazmente el ataque sufrido, consiguiendo alcanzarle y darle muerte".
El propietario señaló en su declaración que, a su llegada a la finca, después de que lo avisara el trabajador unos 15 o 20 minutos antes, este joven estaba herido, que llegó a hablar con él, y que, junto al encargado, que estaba en "shock", hicieron por meterlo en una furgoneta con unas mantas, pero no "liadas" en torno al cuerpo, con la idea de trasladarlo al hospital.
Sin embargo, explicó que, después de apartar la escopeta y el rifle que habrían llevado los asaltantes junto a la carretera, y llegar a la puerta del cortijo, donde estaba su mujer --que lo había trasladado porque él tenía una luxación y a la que también desvinculó de los hechos--, y la Guardia Civil, esta habría dado orden, según su testimonio, de que la furgoneta no fuera hacia el hospital sino que volviera.
"Me están acusando de algo que no hice", mantuvo para añadir que, que él supiera, "no había ninguna marihuana en el cortijo", y que al parecer el encargado habría sido atacado por los asaltantes, uno de los cuales fue el posteriormente fallecido, mientras otro resultó herido. Negó plan alguno para matarlos, ni que quisieran deshacerse del cadáver.