El informe de los Técnicos Especialistas en Desactivación de Artefactos Explosivos (Tedax) de la Guardia Civil sobre el paquete sospechoso abandonado por un hombre, en libertad provisional a la espera de juicio por estos hechos, en una gasolinera de La Herradura, en término de Almuñécar, en la costa de Granada, a finales del pasado mes de agosto, ha certificado que el supuesto explosivo era una bolsa de lentejas de un kilogramo y que, aunque estaba envuelto con una botella de plástico con gel hidroalcohólico, un móvil y tres cables, carecían de los "elementos necesarios para su activación".
Así consta en este informe remitido a las partes personadas en la causa, que lleva el Juzgado de Instrucción 1 de Almuñécar, consultado por Europa Press, y que corrobora también, por tanto, que no era peligroso y que "podría ser considerado como un artefacto explosivo improvisado por personas sin conocimientos específicos en la materia" al objeto de "generar alarma social".
Se trataba de un conjunto de objetos de 20 por 20 por ocho centímetros de dimensión, y que "se encontraba fuertemente encintado con varias capas de cinta americana de color gris, lo que impedía observar con exactitud los elementos que lo formaban, del cual sobresalían tres cables" de colores rojo, negro y blanco.
El teléfono estaba encendido pero "no había sido manipulado", careciendo de tarjeta SIM, y los cables --unifilares, de 36,3, 38 y 36,5 centímetros de longitud, y con algunos restos de soldadura de estaño-- no estaban conectados a ningún otro elemento" y dos de ellos "se encontraban introducidos parcialmente en la botella de agua", estando constituida "la supuesta masa explosiva" por el mencionado paquete de lentejas.
El Juzgado de Instrucción 1 de Almuñécar decretaba el pasado viernes, 26 de agosto, libertad provisional para el investigado por la presunta comisión de un delito de desórdenes públicos tras dejar dos días antes un paquete sospechoso en una gasolinera de La Herradura, adonde se desplazó un grupo de Tedax, que ya concluyó sobre el terreno que no era peligroso.
Así lo señalaron a Europa Press fuentes del caso, que precisaron que el investigado había quedado, tras pasar a disposición judicial, en libertad con la obligación de comparecer en sede judicial los días 1 y 15 a firmar, y a la espera de fecha de juicio.
El investigado había supuestamente amenazado en la tarde del miércoles 24 con hacer explotar una bomba, abandonando apresuradamente la estación de servicio dejando el paquete, que luego resultó ser simulado, como han confirmado los Tedax, que indican en sus conclusiones igualmente que los hechos "ocasionaron una grave alarma social, incluido el miedo o estrés generado sobre las personas que se encontraban allí presentes" y "un perjuicio económico a la empresa afectada debido a que permaneció cerrada al público durante varias horas".
Según precisaron fuentes municipales, fue un vecino el que daba el primer aviso a la Policía Local al percatarse, cuando estaba echando gasolina, que había una discusión en la oficina de la estación de servicio, tras lo que el sospechoso, con antecedentes e identificado desde un primer momento, y al parecer con casco y mascarilla, abandonó el lugar dejando el paquete sospechoso.