El Centro Federico García Lorca de Granada ha programado desde mayo talleres educativos para presentar al alumnado las canciones que el autor de Yerma no dejó grabadas en una propuesta formativa basada en el folclore, los romances y las coplas, que suma sones de Argentina y Cuba.

"La maleta de Federico" es una propuesta educativa sustentada en las canciones que el dramaturgo cantaba pero que no dejó grabadas al piano con la voz de la Argentinita y el resultado de un trabajo de investigación para recuperar su repertorio más desconocido.

Ese repertorio lorquiano está basado en los cancioneros y recopilaciones de folclore que consultó para musicalizar, un conjunto de romances, canciones y coplas de todo el país que cantaba en castellano, gallego o catalán.

La propuesta rescata además sones y pregones que pudo escuchar por las calles de la Habana y algún tango de Carlos Gardel, a quien el poeta conoció personalmente en Buenos Aires.

El taller se apoya como recurso en la maleta que podría haber acompañado a Lorca en su trayecto vital y suma instrumentos tradicionales como la guitarra, la zanfoña o los claves.

Además, la actividad repasa esas canciones que escuchó en la infancia tanto en Granada como en la Vega, las músicas que escuchó en la Alpujarra junto a Manuel de Falla, los romances en el Albaicín y el Sacromonte con Ramón Menéndez Pidal y el Cante Jondo.

Esa "maleta sonora" lleva también algo de jazz y los nuevos sones de Cuba y la carga del folclore español.

Con esta propuesta, que cuenta con la colaboración de CaixaBank, el centro Lorca de Granada recupera las actividades con estudiantes de colegios e institutos, alumnos que combinarán la actividad divididos en grupos de 30 con visitas a las exposiciones del centro.

El encargado de impartir el taller es Manuel M. Mateo, artista y creador polifacético que lleva cuatro décadas dedicado al mundo de la cultura y que fue miembro fundador de grupos como Lombarda, Supervivientes o Atroj.