En estos momentos, el Celta es, junto al Rayo Vallecano, el único equipo de LaLiga que no tiene entrenador para el curso 2023-24
Dos semanas después de celebrar su agónica permanencia en Laliga, y a otras tantas de arrancar su duodécima temporada consecutiva en la máxima categoría, el Celta de Vigo sigue inmerso en la búsqueda del sustituto del portugués Carlos Carvalhal.
Acertar con el decimonoveno entrenador de la era Carlos Mouriño es casi una obligación para los dirigentes celestes por la inminente celebración del centenario del club y porque el banquillo de Balaídos se ha convertido en una trituradora de técnicos desde la salida de Eduardo Berizzo en el verano de 2017.
En estos momentos, el Celta es, junto al Rayo Vallecano, el único equipo de LaLiga que no tiene entrenador para el curso 2023-24. Precisamente, el extécnico del conjunto rayista Andoni Iraola es su gran deseo, pero las pretensiones deportivas del guipuzcoano no han sido atendidas por los directivos celestes para concretar su fichaje.
Ese ya fue el motivo del divorcio entre Eduardo “Chacho” Coudet y el asesor deportivo Luis Campos, quien convenció al presidente celeste de la necesidad de destituir al argentino el pasado mes de noviembre.
Campos apostó por su compatriota Carlos Carvalhal, que firmó un contrato por dos temporadas pero que también acabó marchándose al finalizar la primera temporada por, como él mismo explicó, “divergencias” con el club.
“Las cosas quedaron resueltas en un minuto, yo quería luchar por otros objetivos”, explicó Carvalhal, el último inquilino hasta el momento del banquillo de Balaídos, por donde en estos últimos siete años también han pasado sin demasiado éxito, Juan Carlos Unzué, Antonio Mohamed, Miguel Cardoso, Fran Escribá y Óscar García Junyent.
La búsqueda de entrenador para el primer equipo también se ha alargado por la inesperada marcha del director general Antonio Chaves, el hombre fuerte de Carlos Mouriño en la toma de decisiones.
La hija del presidente, Marián, ha asumido de momento sus funciones, aunque será de forma temporal porque la sucesora del máximo accionista se convertirá en los próximos meses en la primera mujer en presidir el club vigués.