Seis de los ocho bloques que conforman la macrocomunidad de vecinos Puerto Paraíso de Estepona están en pie de guerra contra la instalación de una antena de telefonía móvil en el bloque 2 del complejo. Así lo han dejado patente en el escrito de alegaciones presentado ante la Delegación de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Estepona en el que instan al Consistorio a denegar la licencia de instalación de la antena a la empresa, al entender que no ha habido unanimidad entre los residentes para adoptar esta decisión.
Preocupación por los efectos a largo plazo
La salud y los efectos nocivos que una antena, con las emisiones electromagnéticas que emiten, puede suponer para la vida de los vecinos colindantes, está muy presente en el escrito remitido a los dirigentes municipales, al que ha tenido acceso VIVA ESTEPONA. Y es que no hay constancia científica, y así lo hacen saber, de los efectos de sus emisiones. Recuerdan que países y ciudades como Suiza, Italia, Suecia o Toronto han establecido normas para obligar a situarlas a 500 metros de lugares habitados y, sobre todo, apartadas de colegios y residencias geriátricas, ya que pueden ser los más afectados por una exposición continuada.
"Algunas investigaciones han establecido que la exposición continuada a niveles de radiación similares a los emitidos por las antenas de telefonía móvil pueden experimentar un incremento de abortos, daños en el ADN, cambios en la actividad eléctrica del cerebro y presión sanguínea, descenso de los niveles de melatonina, depresiones, insomnio, dolores de cabeza, síndrome de fatiga crónica, afección del sistema inmunológico, cáncer, tumores cerebrales y leucemia infantil", enumeran.
Precedentes en los tribunales
En el extenso escrito de alegaciones también se hacen eco de diversas denuncias de vecinos que han padecido cáncer por residir en las proximidades donde estaba ubicada una antena de telefonía, como Majahonda, Villaverde del Río (Sevilla), Oviedo o Benicássim. Es por ello que piden que el Ayuntamiento de Estepona tenga en cuenta los daños físicos, patrimoniales y morales que pueden sufrir los residentes de Puerto Paraíso al conceder el permiso de esta antena.
Junto a esto, esgrimen que la instalación incumple las ordenanzas de Telecomunicaciones y el vuelo o altura máxima permitida por las normas urbanísticas al ser una instalación fija en la azotea de uno de los bloques. Además, apuntan a que dada la situación económica que atravesamos y para evitar la proliferación de antenas de telefonía en las azoteas de edificios "por una mera cuestión económica en la mayoría de los casos", solicitan al Ayuntamiento que proceda a estudiar un plan de implantación en suelos municipales legalmente habilitados que puedan ser alquilados por las empresas de telefonía para "evitar la dispersión y enjambres de antenas ante los posibles perjuicios para la salud, para el medio ambiente y para la estructura y estética del edificio".