—¿Es un premio haber ganado aquí?
—Es un premio grande, muy grande, porque yo como jugador tampoco conseguí un premio de estas características y ahora poder compartir con esta generación magnífica de tenistas españoles estos años me ha supuesto que se cerrase una serie de metas que nos habíamos puesto. Este triunfo aquí en Argentina, con este público complicado y con estos rivales de tan alto nivel, consiguiéndolo sin que nadie se lo esperase, creo que no se puede pedir más. Hemos ganado tres eliminatorias fuera este año, y siempre que salíamos la gente pensaba que íbamos a perder, y hemos ganado el doble y hemos ido por delante en todo tipo de circunstancias.
—¿Se va entonces, feliz, o con un cierto regusto de pena por todo lo que pasó anteriormente con el presidente de la Federación?
—En estas circunstancias, me voy feliz, y todo lo que hemos ido pasando te hacen ir madurando, creciendo en según que situaciones. Yo tenía unos retos personales, aparte de los deportivos, que se han ido cumpliendo y estoy muy feliz, porque en este momento no me falta nada, y como no soy rencoroso todo lo dejo de lado y espero que algún día, cuando miremos atrás, la gente se acuerde de esta Copa y no de otras cosas. La relación que he tenido con estos jugadores es la que me llevo, lo que he vivido en la pista, que es lo que más me ha gustado. El partido de Fernando, por ejemplo, que empieza bien y de repente por un tiempo se centra en otras cosas que no son el juego en sí. Tratar de darlo la vuelta y seguirle convenciendo y vivir esa situación con él, y ver cómo se le va iluminando la cara poco a poco en el cuarto set, y se vuelve ganador en el quinto set, es lo máximo. Es como haber jugado parte del partido con él. Me sentí como si hubiera jugado y eso es muy gratificante. Si además se suma que nunca se había ganado la Copa Davis fuera, es historia. No puedo pedir más, soy muy afortunado.
—¿Y cómo ve el futuro ahora de la selección después de todo esto?
—España va a gozar durante años de una buena salud a nivel de equipo porque tenemos jugadores jóvenes. Creo que el mayor de esta eliminatoria es Feliciano con 25 años, nos quedan por delante cinco o seis años buenísimos. Conmigo siempre han sido los que han sacado las castañas del fuego.
—¿Según su punto de vista, ¿cómo debería ser entonces el nuevo seleccionador nacional?
—Creo que tiene que ser una persona que aglutine las dos cosas. Una persona con experiencia que conozca a los jugadores y que sea técnico y viva este deporte, con una proyección en el tenis y que lo viva y lo dé todo. Creo que este equipo no puede poner a alguien ficticio, porque es un equipo exigente que lo vive. Creo que se merece tener un responsable del mismo estatus que ellos porque este equipo va a dar muchos triunfos.