Se trata de la clásica de la ciudad de Nevada, una carrera de un día consistente en 40 vueltas a un circuito de 1,7 kilómetros en la que Armstrong, que regresó a la competición en enero pasado después de tres años y medio de retiro, se exhibió ante más de 15.000 espectadores.
Armstrong se escapó junto con su compañero de equipo Levi Leipheimer y el también estadounidense Ben Jacques-Maynes. Los tres abrieron un hueco de casi tres minutos sobre el pelotón y Armstrong, con el maillot de su fundación contra el cáncer, se quedó solo a diez kilómetros del final y llegó a la meta alzando los brazos.
Su crono ganador fue de 1h28:20. Jacques Maynes llegó segundo, a 22 segundos, precediendo en cinco metros a Leipheimer en la edición número 49 de la carrera.
Armstrong regresó a la competición en enero pasado con 37 años para competir en la prueba australiana Tour Down Under, en la que acabó en el puesto 29.
En marzo sufrió una caída en la Vuelta a Castilla y León y tuvo que regresar a Estados Unidos para operarse de fractura de clavícula. Luego volvió a Europa en mayo para participar en el Giro de Italia con un resultado estimable: duodécimo en la general.
El pasado día 5 de junio fue padre por cuarta vez y el 4 de julio, después de una concentración en Colorado, estará en Mónaco en la salida del Tour de Francia junto con el español Alberto Contador y el resto de sus compañeros del equipo Astana.
“La Nevada Classic ha sido una gran carrera. He podido hacerme con la victoria. Una carrera dura. ¿Los espectadores? Eléctricos. En la última vuelta invadieron las calles. Es mi día del padre”, escribió Armstrong en la red social Twitter.