La segunda sesión del juicio contra el juez Elpidio José Silva por presunta prevaricación en la instrucción del 'caso Blesa' ha concluido este martes con los gritos de tres preferentistas denunciando que el proceso está "amañado" y las maniobras del acusado por intentar a toda costa suspender la vista. Ha aportado un escrito con la renuncia expresa a su abogado porque ha habido una "ruptura" de criterios y ha amagado con recusar al tribunal.
La vista se ha visto empañada además por los gritos de tres preferentistas que han exclamado que el "único juez que ha hecho bien su trabajo" es Silva y han dicho sentirse "indignadísimos" con el tribunal. El presidente del tribunal, Arturo Beltrán, ha ordenado su expulsión apuntando que "tienen derecho a creer lo que quieran y a juzgar el tribunal porque el público es el juez del juez, pero no tienen derecho a dar gritos ni voces ni alterar el orden".
COMO EN COREA DEL NORTE
A su salida del edificio judicial, Silva ha comparado su situación con la vivida en Corea del Norte y ha criticado que es "insólita" en toda la historia judicial del mundo. Ha añadido que su abogado no reúne las "condiciones anímicas" para ejercer la defensa y ha negado que su estrategia sea retrasar el juicio hasta las europeas. "De cara a una campaña electoral es lo mejor que nos puede pasar. Lo que queremos es reglas limpias de juego", ha remachado.
"Las condiciones que se dan carecen de precedentes en todos los sentidos en cualquier país del mundo, no sé si en Corea del Norte habría una excepción a esto, lo ignoro, pero creo que también en Corea del Norte alguien que sea acusado tiene derecho a un abogado y yo no lo tenía porque había renunciado a él", ha indicado a las cámaras de televisión y los periodistas apostados a la salida.
"SE HAN RECRUDECIDO LA DIFERENCIAS CON MI CLIENTE"
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha reanudado este martes la sesión tras haber efectuado un receso para que el abogado defensor, Cándido Conde-Pumpido Varela, tuviera tiempo para preparar la defensa, después de que su renuncia haya sido rechazada durante la mañana por considerarse abusiva, injustificada y fraudulenta.
En el descanso, el juez Silva ha escrito de su puño y letra un escrito plasmando su rechazo a ser defendido por Conde-Pumpido y este ha pedido amparo al Colegio de Abogados de Madrid por la "amenaza de acciones legales". Según ha dicho en la reanudación de la vista, este órgano le ha informado de que "en ningún caso" cometería delito o sanciones disciplinarias según la doctrina del Tribunal Constitucional.
El letrado ha explicado que el mandato de renuncia de Silva se debe a que se han "recrudecido" las diferencias entre ambos. Según ha dicho, él cree en el tribunal pero su cliente entiende que solo busca perjudicar sus aspiraciones electorales y tiene decidida su condena. "Hay una disparidad de criterios tal, que este letrado cree en este tribunal y quiere hacer una defensa de fondo y no de ruptura", ha indicado.
SILVA SE NIEGA A DECLARAR
Después de que el presidente del tribunal, el magistrado Arturo Beltrán, uniese ese escrito al procedimiento y recordase que su renuncia ha sido rechazada por fraudulenta, el abogado y el acusado han intentado infructuosamente poner trabas al desarrollo del juicio y Silva ha amenazado con recusar al tribunal, especialmente a su presidente, por incurrir en un "claro desacato" a los derechos fundamentales.
"A todo efecto legal no tengo abogado y me gustaría que me dieran copia de la grabación de hoy porque no tengo constancia de que se quiera que yo ejerza mi derecho de defensa. Todavía no soy letrado hasta que no se declare así por el Colegio de Abogados", ha seguido revolviéndose Silva, que ha querido que instancias exteriores oigan que se ha sentido "coaccionado con acusaciones muy duras" y que ha lamentado que el abogado de Blesa se haya "reído" de él.
Su defensa ya ha advertido de que el caso podría llegar al Tribunal Supremo y hasta el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. La sesión ha concluido con la negativa de Silva a declarar y proseguirá mañana con el turno de varios testigos, entre ellos el ex presidente de Caja Madrid Miguel Blesa. "Si contestara provocaría nulidad porque contestaría sin abogado", ha concluido Silva.
El fiscal Manuel Moix pide para él una pena de 30 años de inhabilitación para trabajar en la Administración de Justicia por delitos de prevaricación, retardo malicioso en la Administración de Justicia y dos delitos contra la libertad individual de Blesa. El ex banquero solicita que sea apartado durante 40 años y Díaz Ferrán que sea condenado a 24 años de inhabilitación especial.