La Infanta Cristina ha permanecido este sábado casi siete horas declarando ante el juez que investiga el "caso Nóos", José Castro, a quien ha manifestado su plena confianza en su marido el Duque de Palma. Se ha desmarcado de sus negocios, pero le ha calificado de especialmente "respetuoso y escrupuloso"a la hora de gestionarlos.
La infanta, imputada por delitos de fraude fiscal y blanqueo de capitales, ha respondido a todas las preguntas que le han formulado el juez, el fiscal, el abogado del Estado y su defensa, aunque de forma evasiva a las cuestiones más concretas, desvinculándose totalmente de la gestión de la mercantil Aizoon, participada por ambos en un cincuenta por ciento, según fuentes jurídicas presentes en la declaración.
Su intervención se ha dividido en dos partes. Primero ha respondido durante cinco horas al titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Palma, que según todos los letrados se ha mostrado especialmente riguroso y, tras un receso en el que se comió un bocadillo, se ha enfrentado al resto del interrogatorio durante otra hora y media.
La Duquesa de Palma ha llegado a los juzgados de la capital mallorquina a las diez menos cuarto de hoy en un Ford CMax oscuro con los cristales traseros tintados, el mismo con el que ha abandonado el edificio pasadas las seis y diez de la tarde. Ha eludido "el paseíllo" bajando en coche la popular rampa de la puerta trasera del edificio, si bien se la ha podido fotografiar cuando, sonriente, se ha bajado del coche y ha encarado a pie el último tramo hasta la puerta.
La entrada se ha producido en medio de un impresionante despliegue de seguridad y asistencia de medios -se han acreditado casi 400 periodistas entre nacionales y de países tan diversos como Dinamarca, China o Irán-. Ante la fachada de los juzgados se manifestaban unas 300 personas de muy diferentes orígenes, desde republicanos a afectados por el ERE de Coca-Cola o los planes de prospección petrolífera en Ibiza.
INTERROGATORIO
A lo largo del interrogatorio de Castro se le han realizado centenares de preguntas y le han sido exhibidas centenares de facturas y tickets de gastos personales cargados a su empresa Aizoon. Ha reconocido que incurrió en ellos si bien ha asegurado desconocer que éstos fueran sufragados de forma directa por la sociedad cuya titularidad comparte con su marido, Iñaki Urdangarin. Por ello, desconocía igualmente que dichos gastos pudieran servir para defraudar a la Hacienda Pública.
Así por ejemplo, respecto a tickets relativos al pago de gasolina, la imputada ha manifestado que eran sus escoltas quienes cargaban estos gastos y que, por tanto, desconocía si éstos corrían o no cargo de Aizoon.
En relación con la tarjeta Visa que ella disponía de Aizoon, ha reconocido que la utilizó pero sin que este hecho supusiera para ella algo irregular, según han precisado fuentes jurídicas. En concreto, entre los datos arrojados a lo largo de la instrucción de la causa por parte de la Agencia Tributaria consta el importe de hasta 698.824 euros que los Duques destinaron desde su sociedad a gastos estrictamente particulares.
CLASES DE SALSA Y MERENGUE
La Infanta ha reconocido como necesidad personal las clases de 'coaching' que recibió por 6.672 euros entre 2005 y 2007, y que constan como pagadas por Aizoon, mientras que ha negado haber recibido la de salsa y merengue cargada a Aizoon por valor de 707 euros.
En este punto ha manifesado que nunca ha dado clases de esta disciplina, aunque sí ha dado cursos de flamenco, aunque hace "muchos años". En este punto, el juez Castro se ha congratulado dada su condición de andaluz.
A lo largo de todo su interrogatorio Castro únicamente fue interrumpido en dos ocasiones por los abogados de la defensa de la Infanta, Miquel Roca y Jesús María Silva, que advirtieron que su patrocinada no contestaría a esas preguntas concretas para no perjudicar a su marido.
UNA EMPRESA EN SU CASA
Entre los asuntos que la infanta ignoraba destaca también el relativo al pago a los empleados domésticos, pues ha contestado a esta cuestión asegurando que desconocía que habían sido contratados a través de Aizoon.
Tampoco conocía la Infanta, según fuentes presentes en la declaración, que la mercantil Aizoon estuviera un tiempo domiciliada en la casa del barrio de Pedralbes donde se encontraba su residencia familiar.
Igualmente, era desconocedora de que marido hubiera mantenido reuniones con el expresidente de la Generalitat Valenciana Francisco Camps, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, o el exjefe del Ejecutuvo balear Jaume Matas, de cara a la negociación de los eventos Valencia Summit e Illes Balears Forum, por cuya organización el Instituto Nóos que presidía su esposo percibió 5,8 millones de euros.
Además, y también según fuentes presentes en la declaración, Cristina de Borbón ha asegurado que, como socia al 50 por ciento de la sociedad Aizoon, en ningún momento se ha sentido como un "escudo fiscal" frente al fisco, en contra de lo sostenido por el juez José Castro quien, en el auto mediante el que imputó a la hija del Rey por presunto delito contra la Hacienda Pública y de blanqueo de capitales, apuntó que la adquisición por parte de la encausada de la mitad de esta empresa tenía como objetivo una "aspirada protección fiscal".
También a preguntas del juez, la infanta ha hablado de los 1,2 millones de euros que el Rey don Juan Carlos transfirió en 2004 a una cuenta titularidad de los Duques de Palma eran un préstamo y no una donación encubierta que no hubiera sido declarada ante Hacienda.
CONFIANZA DE SU PADRE
De hecho, ha apuntando que está devolviendo el dinero "como puede" y que por ahora ha retornado hasta 150.000 euros. Preguntada sobre cuándo devolverá el resto, se ha limitado a manifestar visiblemente emocionada que, como cualquier padre, el Rey confía en ella, según las mismas fuentes.
Además, la Duquesa de Palma ha reconocido durante el interrogatorio del juez José Castro que sabía que su padre, el Rey Don Juan Carlos, le había pedido a Iñaki Urdangarin en 2006 que dejara los negocios relacionados con Noos "por razones estéticas" y de "imagen".
Según el testimonio de la Infanta, la petición no se la realizó el monarca a su hija sino que fue a través de José Manuel Romero, Conde de Fontao como se la hizo llegar al Duque. Nóos fue creada en el año 2003 y cobró un total de 5,9 millones de las administraciones de Baleares y la Comunidad Valenciana.
VALORACIONES
Las partes han valorado esta primera sesión del interrogatorio de muy diferentes formas. Su defensa ha negado este sábado que la Infanta Cristina se haya mostrado evasiva durante el interrogatorio y ha afirmado que sale del interrogatorio con su inocencia reforzada.
Por contra, los dos abogados de la acusación, Virginia López Negrete (por Manos Limpias) y Manuel Delgado (del Foro Cívico de Julio Anguita), han denunciado que la hija pequeña del Rey está utilizando continuamente la "teoría del amor", para usar a su esposo Iñaki Urdangarin como "cortafuegos". Concluyen que sus declaraciones no han sido convincentes y, en palabras de López Negrete, su situación es ahora peor que antes de declarar.