Tras más de cuatro años de fría relación con la Administración estadounidense de George W. Bush, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, dio ayer la bienvenida al triunfo electoral de Barack Obama, a quien ha asegurado que tiene en España “un amigo y aliado fiel”.
Sus palabras han resumido el sentir general de las fuerzas políticas y sociales en el país, que se han mostrado unánimemente convencidas de que las relaciones bilaterales mejorarán con el nuevo gobierno demócrata.
Zapatero se acostó a altas horas de la madrugada tras seguir en el Palacio de la Moncloa por televisión el progresivo escrutinio de los votos al otro lado del Atlántico y, pasado el mediodía, compareció ante los medios de comunicación para garantizar que se abre una etapa más “intensa, fluida y positiva” en las relaciones con Estados Unidos.
“Le transmito nuestro deseo de trabajar juntos en la búsqueda de oportunidades y soluciones para afrontar los retos que compartimos”, trasladó el presidente español a Obama en un telegrama.
Su intención es felicitarle personalmente, pero ayer Zapatero no quiso avanzar una posible fecha para su primera entrevista con el futuro presidente, que no relevará a Bush en la Casa Blanca hasta el 20 de enero.
La cumbre financiera internacional de Washington, el próximo 15 de noviembre, podría ser el escenario del primer saludo entre ambos, en caso de que Zapatero sea finalmente invitado y de que Obama acuda a la cita como presidente electo.
Zapatero ha estimado que Obama abre “un nuevo periodo de esperanza” para el mundo en un momento decisivo, cuando es necesario unir esfuerzos ante la crisis financiera internacional, y también apostó por trabajar con la nueva administración en asuntos en los que España tiene una experiencia “más rica”, como América Latina, Oriente Próximo, el mundo musulmán y África.
Por su parte, el líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, pidió al presidente del Gobierno que, una vez que se ha obrado el cambio en Estados Unidos, otorgue a las relaciones bilaterales “la prioridad necesaria”.
Rajoy ha querido también saludar la victoria de Obama, quien representa, a su juicio, “el mejor ejemplo de las virtudes” de la primera potencia del mundo: “El esfuerzo individual, el espíritu emprendedor y la capacidad de integración”.
La buena acogida a Obama por parte de Zapatero y Rajoy se ha hecho extensiva a otros miembros del Gobierno, presidentes autonómicos, partidos e instituciones, entre los que no ha habido ninguna voz discrepante con el dirigente demócrata.
El presidente del Congreso, José Bono, fue el más expresivo, aunque puso el acento en que lo importante es el final de la etapa de Bush. “Creo que mejor que la etapa pasada, es fácil que ocurra; incluso anoche mismo dije, antes de saber el resultado, que ganara quien ganara, mejor que Bush, cualquier cosa”, comentó.
Por su parte, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, quien públicamente se había inclinado por el republicano John McCain, se ha alineado con los que piensan que la relación bilateral “va a ir a mejor” con el nuevo presidente.